La mujer cuya casa en Las Palmeras se quemó el pasado lunes, día 15, Samira Chberreq, ha indicado este martes a El Faro que, a pesar de que se les dijo que su casa iba a ser arreglada por un contratista que se había ofrecido a hacerlo de manera gratuita, hasta el momento tan sólo han empezado hoy a pintarles de blanco la parte de la casa que se incendió y, según cree, no se les va a reparar nada más, con lo que continuarán sin luz ni agua.
Samira ha asegurado estar muy decepcionada con el Gobierno local, que, según ella, no ha hecho nada por ayudarlos, habida cuenta de que la gente que está trabajando no vienen de parte de la Ciudad Autónoma, ni de Emvismesa, sino que se trata de un favor por parte de un particular.
“No estoy muy contenta”, ha apuntado Samira, quien ha lamentado que tampoco su pareja, Bernardo Artilla, ha recibido todavía una oferta de trabajo por parte de la Ciudad, que teóricamente le estaba buscando una labor que hacer.
Cabe recordar que, el pasado miércoles, ambos se concentraron, junto a sus hijos, a las puertas del Palacio de la Asamblea para pedir el arreglo de su casa y que los trasladaran a un albergue en mejores condiciones, ya que aquel al que habían sido enviados sólo tenía dos pequeñas camas de las que se había caído varias veces uno de los niños, mientras que ellos habían tenido que dormir en el suelo.
Este último punto ya fue solventado, según Samira, y ahora se encuentran en una habitación con literas, a pesar de que, en un principio, la petición de la pareja era ser realojados en una vivienda. Este último punto, empero, no era posible, ya que, como declaró el consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Hassan Mohatar, Emvismesa no dispone de casas provisionales y, además, en este caso Bernardo y Samira ya disponen de una en propiedad.
Vaya jeta.