Vox Melilla considera que “la Consejería de Cultura destina cuantiosos fondos públicos a todo lo que sean nuevas formas de expresión o entretenimiento, resulten o no congruentes con el sentir mayoritario de los melillenses, mientras arrincona expresiones culturales acrisoladas y centenarias”. Y así, “el dinero que riega generosamente cualquier proyecto rupturista se niega tercamente a tradiciones como los toros”, subraya José Miguel Tasende, presidente del partido en la ciudad.
Las ideologías del “desarraigo”, como son por ejemplo la del globalismo y la de género, “son proyectos de ingeniería social que buscan suprimir los cimientos de nuestra cultura”, asegura el dirigente local para añadir: “Es decir, los antecedentes identitarios de cada uno de nosotros con el fin de desarrollar una sociedad acrítica, conformada no por ciudadanos que hacen valer sus derechos, sino por piezas sociales fáciles de manejar”.
En España, el “proyecto ideológico del desarraigo” se concreta en “eliminar nuestros antecedentes culturales judeocristianos y grecolatinos, comunes a toda Europa, y los más propiamente españoles: nuestras costumbres, nuestra lengua, nuestra historia, nuestras instituciones”, recalca Tasende. “Melilla luce con orgullo la única plaza de toros del continente africano”, recuerda el presidente de la formación local.
“Son miles los aficionados a la fiesta nacional en nuestra ciudad y más aun los que respetan los toros, aunque no asistan a las corridas”, asegura el dirigente. En ese sentido, afirma que la actividad taurina ha salvado a una raza específica, la del toro bravo, que se habría extinguido de no existir las corridas. “Es una actividad económica que representa una fuente de riqueza para la sociedad. Las corridas de toros son una actividad legal”. El dinero que la Consejería de Cultura “reparte a su capricho es dinero público”, que debe invertirse y repartirse con criterios de oportunidad pública.
“¿Quién es la consejera para negar fondos públicos a una actividad lícita que cuenta con el apoyo de miles de personas?”, cuestiona Tasende para añadir que, si a la consejera no le gustan, “que no asista a las corridas de toros, como tampoco acuden muchos melillenses a otras actividades de muy discutible nivel cultural y de nulo arraigo social que sí reciben fondos públicos”. Para el presidente de Vox Melilla es más de lo mismo, “responsables públicos con pretensiones de ingenieros sociales dedicados a destruir nuestras raíces para convertirnos en dóciles marionetas sin pasado conocido y sin futuro deseable”.
Es que los mandamases de Melilla son animalista y están contra la muerte de animales (salvo corderos).