El presidente de Melilla, Eduardo de Castro, no cree que él o su homólogo ceutí, Juan Vivas, estén en el listado de teléfonos espiados por Pegasus “por una cuestión de racionalidad económica”, habida cuenta que cada intervención, según ha dicho, supone un coste de un millón de dólares.
“No creo que seamos tan importantes como para que se hayan gastado ese dinero”, ha dicho De Castro a preguntas de los periodistas, a los que ha confirmado que su teléfono no se está analizando, a diferencia del de Vivas, que ha pedido a los técnicos del Servicio de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información (TSI) que "analicen" su teléfono móvil.
De Castro cree que “hay una falsa noticia” hacia los ciudadanos respecto a la existencia de 200 teléfonos intervenidos “por una razón elemental, y es que intervenir un teléfono con Pegasus cuesta un millón de dólares, aunque sí opina que “han sido pocos” por parte de “distintas zonas y distintos intereses”.
“Hasta donde yo sé, ese tipo de programas solo se usan para determinados casos y están en manos de gobiernos que los compren, de grandes corporaciones y de los servicios secretos”, ha dicho el presidente melillense, que duda mucho que tanto él como Vivas estén afectados por “ese tipo de escuchas”.
En cualquier caso, ha señalado que Pegasus no es el único programa que existe para realizar ese espionaje, sino que hay otros y “nadie está libre”, de modo que ha recomendado a aquellos que no quieran que se les investigue que “no usen teléfonos móviles, sino de los antiguos”, algo que De Castro ha dicho saber “desde hace mucho tiempo”.
Por todo ello, opina que “tampoco hay que darle más bombo del que se le ha dado” y ha apuntado que “el asunto de Pegasus nace por parte de los israelitas para controlar el terrorismo, yihadismo, etcétera”.