Las autoridades marroquíes detuvieron en 2021 a 1.600 personas que se disponían a cruzar a Melilla, tanto en intentos de asalto a la valla como en redadas en campamentos y en las calles, pero solo llevó ante un juez a 60 de ellos, según los datos de la memoria anual de migración de la sección de Nador de la ONG independiente Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH).
En su informe, la AMDH ofrece algunos datos y rutas de los movimientos migratorios en esa zona del norte del país magrebí próxima a la ciudad costera española de Melilla, una de las vías de acceso a España de los migrantes que buscan llegar a territorio europeo desde Marruecos.
Esta asociación indica que de las 1.600 personas detenidas ese año por los militares, fuerzas auxiliares, policías y gendarmes marroquíes (frente a las 860 de 2020 y 4.400 de 2019), la mayoría fueron arrestadas en asaltos a la valla que separa Marruecos y la ciudad española, y añade que "raramente fueron presentadas ante un juez", una circunstancia que solo ocurrió con 60 de los detenidos.
"Las autoridades prefieren evitar el procedimiento legal de detención y el recurso a su encierro en el centro de Arekmane (de internamiento de migrantes) por periodos, variables desde dos días hasta cuatros meses, y optan por trasladarlos hacia la frontera argelina o al interior de Marruecos", dice la AMDH.
Migrantes en Melilla
Además de un aumento de las detenciones, en 2021 se produjo también una subida en el número de personas migrantes llegadas a Melilla, que fueron 1.050, según los datos de la ONG, frente a 201 del año anterior. Hay que remontarse al año 2014, cuando llegaron 2.249, para ver una cifra por encima de las mil personas.
Se registró así, dice la AMDH, "una reanudación importante de las llegadas a Melilla, principalmente por la valla", un aumento que explica con la concentración de migrantes en el monte Gurugú cercano a Melilla y al hecho de que los subsaharianos no recurrieron ya tanto a la vía marítima, sino a la terrestre.
Sí lo hicieron en cambio los marroquíes y en 2021 siguió la tendencia creciente de emigración de estos jóvenes registrada desde las revueltas del Rif en 2016, afirma la ONG. "Miles de jóvenes llegaron a las costas de España", dice la AMDH, y añade que "en pocos casos intervinieron las autoridades marroquíes o la Marina Real para abortar estos viajes".
En cuanto a las devoluciones "en caliente", la AMDH las cifra en 78 durante 2021, 72 de ellas ocurridas entre el 19 y 20 de mayo, cuando jóvenes marroquíes asaltaron la valla coincidiendo con la entrada masiva de emigrantes en la ciudad de Ceuta ante la pasividad marroquí.
La AMDH contabilizó 89 migrantes heridos atendidos en el hospital de Nador en 2021 (34 más que en 2020), que achaca principalmente a las cuchillas de la valla y a la violencia de las autoridades marroquí y española, y sitúa en 22 el número de cadáveres de migrantes recibidos en la morgue del hospital El Hassani de la misma localidad, tanto de subsaharianos como de marroquíes, sudaneses y yemeníes.
Entre esos fallecidos cita a cuatro de nacionalidad marroquí, uno de ellos un menor de 15 años, y denuncia "el rechazo de las autoridades marroquíes a la petición de los padres de abrir la frontera (los pasos de Ceuta y Melilla llevan cerrados desde marzo de 2021) para recibir los cadáveres de sus hijos". Además, indica que "no se ha hecho ningún esfuerzo en la identificación de los cadáveres".
En su informe, destaca la alta presencia de menores y jóvenes marroquíes en las calles de Béni Ensar y Nador en 2021 dispuestos a emigrar, quienes, ante el cierre de fronteras, contaban solo con la vía de acceder al puerto comercial de Béni Ensar escondidos en camiones de mercancías.
En sus tentativas, denuncia, "son víctimas de múltiples violaciones por los agentes de seguridad encargados de buscar en el interior de los camiones: violencia corporal usando porras y uso frecuente de perros para atacarles causándoles heridas graves". En el exterior del puerto, se llevaron a cabo 70 redadas y se detuvo a 850 de ellos, según los datos de la AMDH.