Considera cínico que se quiera condenar a Bélgica en lugar de al Gobierno español. Daniel Conesa, portavoz del Gobierno local, lamentó, en respuesta a este medio, la “hipocresía y el cinismo” de los grupos de la oposición, CpM y PSOE, en relación a Alí Aarras, el melillense con pasaporte belga que el Gobierno Zapatero aprobó entregar a Marruecos y que actualmente permanece preso en una cárcel de Cádiz después de que el Comité de Derechos Humanos de la ONU dictaminara a su favor, exigiendo al mismo Ejecutivo socialista que paralizara su extradición.
El portavoz se expresó así por el empeño de ambos grupos de que la Asamblea realice un comunicado de condena contra el Gobierno belga “y no contra el Gobierno de España, que es el que ha aprobado la extradición de Aarras”. “Nosotros –dijo Conesa- sólo podemos presionar al Ejecutivo nacional, al de nuestro país, para que paralice la extradición. No al de Bélgica con el que no tenemos nada que ver. Puede solicitarse que se haga una mayor defensa desde el Gobierno belga de Aarras, pero nuestra Asamblea no tiene potestad para dirigirse a un Gobierno ajeno al español. Además –subrayó- el que ha aprobado su extradición a Marruecos ha sido el Gobierno de España y no el de Bélgica”.
Para Conesa no son de recibo por tanto las críticas actuales de CpM y PSOE contra el Gobierno local por no atender el razonamiento cepemista, que solicita un acuerdo de la Asamblea de Melilla dirigido en exclusiva contra el Gobierno belga. “En todo caso –reflexionó- el que debe dirigirse al Gobierno belga es el español, pero no nosotros, porque el Gobierno de Bélgica nos es ajeno, y además la Ciudad ni tiene responsabilidad ni competencia en la extradición de Aarras”, que, recordó, ha sido decidida por el Consejo de Ministros en el uso de sus competencias exclusivas al respecto.
Por otra parte, el portavoz tampoco obvió el debate abierto en torno “a la aberración jurídica” que supone el tratamiento doble de ciudadano marroquí y español o marroquí y belga que el Gobierno español da en este último caso a Aarras y, en el primero, al melillense con nacionalidad española, Mohamed El Bay, igualmente reclamado por Marruecos y que inicialmente el Gobierno Zapatero sometió al trámite de extradición, aunque al final optó por no concederla. “Esa doble nacionalidad no existe, es inconcebible que un Gobierno actúe así, o se es español o marroquí, otorgar esa doble consideración no es posible legalmente”, subrayó Conesa que, por tal motivo, calificó este extremo de “aberración jurídica”.
Por último, Conesa defendió los derechos de Aarras como ciudadano europeo, que no puede ser discriminado como tal respecto de otros europeos, principalmente desde la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, y aconsejó por tal motivo al socialista Dionisio Muñoz “que deje de decir tonterías cuando cuestiona la ciudadanía europea”.