El Gobierno de España ha asegurado en una respuesta al senador de Compromís Carles Mulet que ya está tramitando el proyecto de Real Decreto que contempla bonificaciones al transporte de mercancías marítimo o aéreo con origen y destino Melilla y Ceuta.
El tema interesa mucho a la Autoridad Portuaria de Melilla, que defiende que aunque somos un territorio extrapeninsular, perfectamente se nos puede dar un tratamiento similar al de las islas. No es descabellado a nivel jurídico porque la Unión Europea en determinados momentos nos ha considerado territorio insular.
Si bien sobre el mapa, geográficamente hablando, no somos una isla, a efectos prácticos, desde el 13 de marzo de 2020 sí lo somos porque al tener la frontera terrestre con Marruecos cerrada ya dos años, solo podemos salir de la ciudad en avión o en barco. Eso nos definiría como una ciudad-isla y como tal se nos debería tratar.
En materia de bonificación, como territorio extrapenisnular nos correspondería una bonificación del 50% al transporte de mercancías, pero si se nos considera Isla, entonces esa bonificación de los gastos subvencionables del transporte marítimo podría ascender al 100%. Y eso es lo que se pide desde Melilla.
Lo que reclaman desde la Autoridad Portuaria y desde el sector empresarial dedicado al transporte de mercancías es que se tenga en cuenta que, como dijo en Canarias el presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro, Melilla tiene que importar todo lo que consume. Aquí no tenemos industria pesquera ni agricultura. Tenemos 12 kilómetros cuadrados densamente poblados.
De ahí la importancia de bonificar el transporte de mercancías como se prometió desde el año 2017. Llevamos cinco años, a la espera de que se desarrolle ese Real Decreto, cuyo proyecto dice ahora el Gobierno central que está tramitando.
Esto no sólo daría un respiro a muchas empresas locales sino que, además, repercutiría en la cesta de la compra del melillense que en tema de alimentos, ropa y calzado apenas nota la inexistencia del IVA en esta ciudad.
De aprobarse este año, desde Melilla se reclama el pago de esta bonificación, de manera retroactiva desde el 1 de enero de 2017. No somos ilusos y sabemos que siempre aparecerán argumentos para no hacerlo. El único argumento que podemos aportar para que se haga es que en eso nos va nuestra subsistencia.
La situación económica de Melilla, con la inflación superior a la media nacional, es cuanto menos muy delicada. De ahí la importancia de que los partidos políticos locales presionen en Madrid para conseguir que se apruebe ese Real Decreto que supone un irremplazable balón de oxígeno para las empresas del sector y para el bolsillo de los melillenses.