Hace unos días que, por las calles de Melilla, existe cierta información que ha hecho alarmar a parte de la población. En concreto, un bulo anunciando que el precio de la bombona de butano, iba a aumentar drásticamente hasta situarse en 25 euros.
Una información que, por momentos, parece haber dejado a algunas gasolineras de la ciudad autónoma sin reservas de bombonas, ante la avalancha de compradores por si esto resultaba cierto.
El Faro ha hablado con varios trabajadores de las gasolineras Cepsa de Melilla, y todos ellos confirman que, la información que se ha generado, es completamente falsa. Es decir, la bombona de butano, que actualmente está en torno a los 16,85 euros, no variará su precio.
Así lo aseguran estos trabajadores, los cuales han aprovechado para lanzar un mensaje de tranquilidad. “El suministro está igual que siempre. La falta puntual de bombonas no ha sido porque la gente haya ido en masa a comprar”, aseguran.
Algo parecido ocurre con el aceite de girasol. Debido a la guerra en Ucrania, muchos supermercados han visto cómo ese producto se agotaba en pocas horas en el día de hoy, obligando a los supermercados a poner carteles de racionamiento de este producto.
Las noticias y los bulos generan miedo, como ya pasara durante el confinamiento, con el papel higiénico. En aquella ocasión, aunque todos afirmaran que no iba a faltar, la gente se lanzó a consumirlo en masa, lo que dejó estanterías vacías en los supermercados.
En esto todos somos responsables y deberíamos serlo aún más porque afecta a la economía de nuestras familias. Cada uno debe aportar su granito de arena. Almacenar cantidades ingentes de aceite de girasol, pensando en efectos futuros que aún no han llegado, es casi lo mismo que creer que Ucrania es el único país del mundo que lo produce.
A lo que no hay derecho es que no haya reguladores a la venta en las gasolineras desde el mes de diciembre de 2021, y dicen que cuando los tengan a la venta sólo les suministrarán 10 para ello. Eso es debido creo al monopolio que hay en la ciudad con el gas, pues siendo la misma botella que la de la península, aquí le cambian la boca de salida de la botella para que no podamos poner la válvula de allí que es mejor que la de aquí.