La Dirección General de Tráfico (DGT) ha impuesto 70 multas con el dron que ha traído a Melilla durante dos días.
La mayoría de las sanciones son por eso que vemos a toda hora en las calles de la ciudad: conductores o copilotos prescindiendo del cinturón de seguridad; hablando por teléfono o saltándose una señal de Stop.
Si la gente lo hace en Melilla y se lo piensa para hacerlo en la península es porque sabe que del otro lado del Mediterráneo se arriesga a ser multado. Pues bien, ese riesgo, por fin, también se corre en Melilla.
Hace unos días se decía que no se puede hacer nada por evitar atropellos en la ciudad. Pues sí, sí se puede hacer algo y ahí está la DGT moviendo ficha.
También lo ha hecho la Policía Local. El superintendente Luis Miguel Palacios ha conversado con El Faro y nos ha explicado que desde marzo de 2021 trabajan en un estudio barrio a barrio, analizando cuáles son los puntos negros de la siniestralidad vial en Melilla.
Ya han avanzado en la identificación de las zonas de concentración de accidentes. No nos sorprende saber que Alfonso XIII, Reyes Católicos o General Astilleros están entre los puntos negros del tráfico en la ciudad.
Los ciudadanos que caminamos o circulamos por esas zonas ya lo sabíamos. Ahora hace falta que se señalicen adecuadamente, para que al transitar por la zona, tengamos precaución.
Y en eso trabaja ya la Policía Local, que en declaraciones a este periódico reconoce que en Melilla seguimos cojeando con el tema de la ITV o por el seguro del coche. A diario se detectan infractores de este tipo y es bueno saberlo, porque hace unos años culpábamos a los vecinos de Marruecos de circular por la ciudad con vehículos antiguos y además sin la documentación pertinente.
Con esto nos ha pasado como con la delincuencia, que pensábamos que el 100% era importada. Pues no. Dos años después de mantener la frontera cerrada, hemos comprobado que los delitos han disminuido, pero que seguimos teniendo un foco autóctono.
Según explica Palacios, desde Policía Local van analizando distrito por distrito y luego una empresa encargada de por ejemplo, repasar los pasos de peatones, va ejecutando los trabajos que se le encargan.
Algo hemos avanzado, aunque con un inicio de año como el que hemos tenido, con dos fallecidos en accidentes de tráfico, hay que hacer infinitamente más por la seguridad vial en Melilla.
La DGT debería enviarnos un dron permanente para que los amantes de la velocidad, se lo piensen dos veces antes de pisar el acelerador.
Pero no sólo eso. Con los peatones hay que hacer en Melilla un trabajo a fondo. Hay que enseñar, a los niños, desde pequeños, a respetar los pasos de peatones y a no cruzar por cualquier punto de la calzada. Eso lleva inversión, pero a la larga, todo lo que gastamos en prevención son vidas salvadas.