La Comandancia General realizó las tradicionales ofrendas florales en los distintos panteones.
La Comandancia General de Melilla realizó un año más el tradicional homenaje a los caídos por España, un acto emotivo y solemne desarrollado en el camposanto melillense, caracterizado por compartir entrerramientos tanto de civiles como de militares muertos en acto de servicio.
En este sentido, las primeras ofrendas florales se llevaron a cabo en los distintos panteones y entrramientos individuales desde el mediodía, contando para ello con la presencia del comandante general de Melilla, César Muro Benayas así como el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda y el delegado del Gobierno, Gregorio Escobar.
Pero el acto más solemne llegó más tarde, momento en que se hizo la ofrenda floral en el Panteón de Heroes, donde se llevó a cabo una ceremonia castrense.
Así, los actos comenzaron con la representación del himno a los caídos ‘La muerte no es el final’, tras lo cual los banderines de todos los Regimientos ubicados en la ciudad se dirigieron hacia el panteón.
Ahí se celebró un pequeño responso tras lo cual se procedió a depositar una corona de flores en el interior, lugar donde reposan los caídos en combate en diferentes períodos de la guerra de Marruecos. Tras ello, se realizó la tradicional salva de honor dando por finalizado el acto.
Algunos de los enterramientos en los que se realizaron ofrendas por parte de la Comandancia Militar fueron el de el teniente de navío Manuel Galbán López, tres tumbas de la Compañía de Mar y la del Jefe de ésta entre los años 1912 y 1916, José Mazarello Román.
Además, también se ofrendó a las tumbas de los comandantes generales Fernando Alameda Llancourt, Venancio Hernández y Fernández y Manuel Serrano Ruiz.
Otras visitadas fueron las de Cándido Lobera Girela, Eduardo Morales Durillo, Fernando Bueno Espinosa y José Joaquín Accame Romero fallecido en 1912 como consecuencia de las heridas recibidas en la campaña del Kert.