Los Chapter de Granada, Almería y Alicante de Harley Davidson disfrutaron de una visita guiada por la ciudad.
Nada más bajar del barco, las más de 30 motos de Almería, Granada y Santa Faz Chapter, de Alicante, sumados a los melillenses hicieron resonar los motores de sus Harley Davidson para pasear por las calles de la ciudad. II Salto a África, como han llamado a esta aventura, se inició ayer con una ruta turística por toda la Melilla que incluyó un desayuno en la plaza de las Culturas, una visita a la tienda oficial de estas motos de la ciudad y una ruta guiada por ‘El Pueblo’.
El viceconsejero de Turismo, Javier Mateo, recibió al numeroso grupo en la sede de la Fundación Melilla Ciudad Monumental donde les dio la bienvenida y les instó a ser trasmisores de las maravilla de esta ciudad. En este sentido, un representante de cada Chapter firmó un documento donde se apoya la iniciativa de que Melilla sea declarada por la Unesco como ciudad patrimonial.
‘Vivir para conducir’. Un lema que rezaba en varias de las motos que ayer fueron observadas por curiosos y extraños a su paso por diferentes lugares de la ciudad.
Las Harley Davidson son una filosofía de vida, tal y como se indicó por parte de estos moteros. Cuando se compra de una de estas bellezas se entra a formar parte del club más grande de todo el mundo. Desde la fábrica de Bélgica se confeccionan estas máquinas fácilmente distinguibles por el sonido de su motor.
¿Tienen algún inconveniente? Sólo que gastan mucho combustible, ya que estas motos no están pensadas para correr por las carreteras, sino para disfrutar de su conducción y presumir ante los demás por su belleza.
Casi todos los amantes de las Harley Davidson cambian las diferentes piezas de las motos para personalizarlas, haciéndolas únicas en el mundo.