A FINALES de 2022, según ha asegurado el Ministerio de Sanidad a El Faro, habría finalizado la obra del Hospital Universitario de Melilla. La primera piedra de este centro se colocó en 2009, lo que supone que se ha tardado 13 años en terminar una infraestructura fundamental para el desarrollo de la ciudad y el bienestar de sus habitantes. A nadie escapa que el Comarcal no podía, desde hace años, seguir asumiendo la demanda que estaba atendiendo y que los recursos sanitarios de la ciudad han sido, cuando menos, muy ajustados para la necesidad de la población. Así, de cumplirse el calendario fijado, durante 2023 podremos contar con un servicio a pleno rendimiento que permita proteger la salud de los melillenses como es necesario. El déficit sanitario en la ciudad se verá compensado con este nuevo hospital, pero mientras tanto, seguiremos un tiempo con lo que tenemos. Durante la pandemia, el sistema sanitario de la ciudad estuvo cerca del colapso, solo la buena disposición de los sanitarios de Melilla hizo posible que se trabajase como se hizo, en unas condiciones extremas por la falta de medios, tan humanos como materiales. Si este nuevo centro hubiese estado operativo, se habrían solucionado muchos problemas. Más de una década después de que se proyectase, el nuevo centro será una realidad, llega con retraso pero esperemos que sirva para que la salud de los melillenses esté atendida como se merece.