La Cooperativa Ómnibus Autobuses de Melilla (COA) lamenta que no ha podido acceder a las ayudas europeas por falta de personal en la Ciudad para tramitar esas subvenciones con las que podría empezar a comprar vehículos menos contaminantes y adaptarse a la recarga de buses eléctricos.
En una entrevista concedida a El Faro, Antonio Montoya, responsable de Calidad de la cooperativa que tiene 16 trabajadores y 35 socios lamentó que el Gobierno de Melilla dejara pasar la primera convocatoria de las ayudas de los fondos destinados por Europa a reparar los daños provocados por la crisis de la Covid-19.
Ese fue el motivo, según Montoya, por el que la COA no pudo aprovechar esas ayudas para modernizar su flota de vehículos ya que hay que la subvención hay que solicitarla desde las instituciones y el tripartito le hizo saber que no tienen personal para hacerlo.
Para Montoya, la única forma de tener un transporte público sostenible y limpio es invirtiendo en buses eléctricos y en estos momentos la COA, que lleva 90 años en Melilla, no puede hacer frente a esa inversión porque recibe 500.000 euros de subvención anual de la Ciudad y justo eso: medio millón de euros, es lo que cuesta un sólo bus eléctrico.
Pérdidas económicas de la COA
Aparte están todas las pérdidas acumuladas por la COA durante el confinamiento por la pandemia del coronavirus y debido al cierre de la frontera. Los números son elocuentes: de marzo de 2020 hasta la fecha, la COA ha pasado de ingresar entre 6.000 y 7.000 euros diarios a cerrar la caja con 1.600 euros al día.
En 2018 la empresa adjudicataria del transporte público en Melilla tuvo 2,8 millones de viajeros, en 2020 bajó a 2,2 millones y en lo que llevamos de 2021 va por 680.000 pasajeros. Ha perdido más de 1,5 millones de usuarios en menos de un año.
Ese descenso se debe a la pérdida de las líneas transfronterizas que la COA destinaba a excursiones en Marruecos, sobre todo a Saidía y a la bajada de clientes en el servicio de transporte urbano provocado en parte por la pandemia, pero también por la reducción del número de líneas que circulan por la ciudad.
A esta caída en el número de usuarios y la desaparición de las rutas por Marruecos hay que sumar que la cooperativa arrastra deudas de 800.000 euros que dejó el Gobierno de Juan José Imbroda y otro medio millón de euros que le reclama al tripartito de los años 2019 y 2020.
Al no llegar a un acuerdo con la Administración, la COA optó por presentar un contencioso y está a la espera de que un juez se pronuncie.
Apedreamientos a la COA en Melilla
Los buses de la COA circulan por Melilla entre las 7:00 horas y las 21:00 o 22.00 horas y viene sufriendo ataques continuos con piedras, como el que tuvo lugar el viernes de la semana pasada en Farhana, cuando un autobús que transportaba estudiantes del colegio Buen Consejo fue apedreado por jóvenes y sufrió daños en la luna trasera.
Fundada en 1930, Antonio Montoya destaca que hasta tres generaciones de su familia han estado vinculadas a la Cooperativa Ómnibus Autobuses por eso advierte de que la situación de la empresa "es delicada" y que el futuro del servicio público de autobuses en Melilla corre peligro.
Además, Montoya añade que si de verdad se quiere apostar por el transporte público en Melilla, habría que empezar por modernizar las paradas ya que a algunas están en un estado lamentable. También destaca la necesidad de colocar paneles informativos como existen en otras ciudades, para que los usuarios sepan cuánto tiempo de espera les queda, aparte de la necesaria modernización de la flota de autobuses urbanos.
ESTOS SRES PRETENDEN SOCIALIZAR LAS PERDIDAS Y PRIVATIZAR LOS BENEFICIOS SUCULENTOS, POR ESO HAY QUE GUARDAR PARA CUANDO NO HAY...