El presidente Imbroda, consejeros y viceconsejeros del Gobierno local celebraron y agradecieron a la Federación Española de Fútbol que haya hecho posible la presencia del Trofeo en nuestra tierra.
La Copa de Europa llegó ayer a la Ciudad Autónoma para hacer oficial su permanencia en Melilla hasta el próximo jueves, tras aterrizar en la ciudad el pasado sábado día 9.
Las primeras autoridades locales, encabezadas por el presidente Juan José Imbroda, no sólo vivieron el acto con satisfacción y júbilo, sino que no desaprovecharon la oportunidad de alzar el trofeo y posar para las cámaras fotográficas en lo que sin duda pasará a ser un momento para la historia dentro del álbum oficial de imágenes de nuestra Casa Grande.
Y es que la Copa del Mundo, conseguida por ‘La Roja’ contra todo pronóstico inicial y gracias al buen juego de la Selección española, copó ayer todo el centro de atención en el Palacio de la Asamblea.
Los consejeros y viceconsejeros del Gobierno local no perdieron la ocasión de inmortalizarse junto al trofeo, pero sobre todo escenificaron la ilusión y entusiasmo con que se ha recibido en Melilla, al igual que esta sucediendo en todas las provincias españolas por las que la Copa anda transitando desde poco después de su llegada a España.
Agradecimiento
El presidente de la Ciudad, en un breve discurso, no sólo agradeció a la Federación Española de Fútbol que haya traído la Copa a Melilla. Recordó como ya la Ciudad concedió su Medalla de Oro a la Selección española tras su victoria en 2008 en el Campeonato de Europa. “Fuimos la primera comunidad autónoma que otorgó nuestro galardón más importante a la Selección española y es un orgullo que haya sido así, a la vista de los éxitos cosechados por los jugadores españoles”.
No en vano, y a propuesta de CpM, con ocasión del último 17 de septiembre, se barajó la posibilidad, finalmente desechada por su concesión anterior, de entregar una nueva Medalla de Oro de la Ciudad a ‘La Roja’.
Y es que, como subrayó el presidente Imbroda, “Melilla vibró con el Mundial y apoyó a la Selección partido a partido, y no sólo en el último, cuando se proclamó campeona del Mundo en el encuentro contra el equipo holandés. Los melillenses se tiraron a la calle durante todo el Mundial bajo la bandera de España sin distinción de clases, orígenes o religión”.
En nuestra ciudad, de hecho, ‘La Roja’ aglutinó a los melillenses en el mismo movimiento colectivo que sin fisuras se desató en todo el país durante los Mundiales. “Ahora, aquí, en el salón noble del Palacio de la Asamblea –el Salón Dorado- la copa está en la casa de todos los melillenses”, subrayó Juan José Imbroda para agradecer una vez más que el trofeo haya cruzado el Estrecho contagiando de entusiasmo a toda Melilla.
Largo recorrido
Desde que llegó, el pasado sábado, el trofeo no ha parado de ir y venir por la ciudad. Ayer mismo, comenzó su periplo bien temprano, rozando las ocho de la mañana, para hacer una primera parada en la Comandancia General. Después, volvió a la Fundación Gaselec, donde se expone de once de la mañana a una del mediodía y de seis de la tarde a nueve de la noche. Y luego, al mediodía, continuó su recorrido con una primera parada en el Centro Asistencial, otra más tarde en el Colegio Oficial de Árbitros y finalmente, en la sobremesa, en el Centro Gámez Morón.
Una Copa absolutamente auténtica y verdadera
Al alcance de todos los melillenses
La Copa del Mundo de Fútbol que en estos días se encuentra en Melilla no es ninguna réplica de la que llegó de Sudáfrica con la selección española. Es tan auténtica como la que han abrazado antes los más grandes jugadores de fútbol, aunque eso sí no es la que por unos momentos pudo disfrutar Íker Casillas y otros componentes de ‘La Roja’, que tras su victoria sí alzaron la Copa maciza, de seis kilos de oro sólido, que sólo sale de la sede de la FIFA para entregarla momentáneamente a la selección vencedora en los Mundiales.
Después, el trofeo que se hace llegar a los ganadores es justamente el que ahora se encuentra en Melilla: Una réplica bañada en oro líquido que durante cuatro años permanecerá bajo la custodia de la Federación Española de Fútbol y que, con ocasión de los próximos Mundiales, se devolverá a la FIFA para su entrega a los futuros ganadores. Hacerse con ella para siempre exige tres victorias consecutivas en el Campeonato del Mundo de Fútbol o cinco discontinuas.
La Federación Melillense ha tenido mucho cuidado en aclararlo porque no dejan de oírse rumores de que no se trata de la Copa auténtica. Llegada directamente de Salamanca, donde se expuso con anterioridad, es la Copa veraz, la que la selección español trajo a nuestro país como símbolo de la gran victoria en los Mundiales.
Al alcance de todos pero la atenta mirada de un guardia jurado
Nadie se resiste a fotografiarse con ella. Las instalaciones de la Fundación Gaselec se han convertido en cita obligada de todos los que no quieren perderse la ocasión y el momento de ver la Copa del Mundo y, de paso, hacerse una foto con ella, para convertirla en el fetiche del album de nuestras vidas y en imagen de consumo masivo entre amigos, familiares y redes sociales. De hecho, desde el mismo sábado, las páginas de facebook de los melillenses han ido llenándose de imágenes de paisanos posando con el venerado trofeo.
Los melillenses, como antes los salmantinos, de donde la Copa llegó directamente, se muestran entusiasmados.
La Copa, por demás, está sujeta a un férreo control de seguridad para evitar que se dañe. De tal modo, siempre se desplaza de un lugar a otro custodiada por un guardia jurado, que no la pierde de vista y vela porque no se caiga ni se estropee.