Este mes comienza la migración postnupcial de aves, es decir, son las migraciones que hacen las aves de los lugares más norteños a más sureños para pasar los meses fríos del año. El nombre postnupcial se debe a que este hecho se produce después de la época de cría.
Francisco Pérez, de SEO Birdlife, subrayó en declaraciones a El Faro que Melilla tiene una función muy importante en estas migraciones. Explicó que el cabo de Tres Forcas, con la ciudad incluida, es una autopista espectacular, ya que ofrece una pasarela y un área de aterrizaje esencial. Es por ello, señaló, que muchas aves eligen pasar por la zona en su migración hacia África y ven a Melilla como un faro.
Además, las buenas condiciones climáticas y la cercanía con la Mar Chica, provoca que haya aves que decidan quedarse en la ciudad para pasar el invierno.
Por ello, Pérez recalca que los próximos meses van a ser los mejores para observar aves en Melilla que no son típicas de la zona que estén de paso. Esto es un aliciente extra, afirmó, y aumenta la riqueza ornitológica de la ciudad, pues más allá del bulbul naranjero, el mirlo o el gorrión; también se pueden encontrar abejarucos, oropéndolas, milanos, abejeros, torcecuello asiático, petirrojos o aves rapaces.
“Estos días, mirar al cielo puede ser un auténtico espectáculo”, expresó. Por ello anima a todos los interesados a que se pongan en contacto con el grupo local de SEO Birdlife y se sume a las salidas que se organizan los fines semana para observar aves.
Por el contrario, el vencejo común se marcha de Melilla rumbo a las zonas de invernada en África. El abandono se produce en el mismo sentido que cuando llegan. Van desapareciendo poco a poco de las zonas más meridionales de España ya desde mediados de julio y es en agosto cuando dejan de verse en las zonas más septentrionales y pueblos y ciudades de montaña, o de mayor altitud. “
Cada año estas fechas de migración varían ligeramente. Sobre todo, están influenciadas por diferentes factores como la latitud, la longitud, la disponibilidad de alimentos o las condiciones adversas o favorables durante los viajes migratorios, pero son las condiciones meteorológicas las que juegan el papel más importante”, asegura Blas Molina coordinador del programa Aves y Clima.