Intercity: Manu Herrera; Juanma Ortiz, Víctor Rofino, Álvaro Pérez, Ferroni; Josiel Núñez (Alemán, min. 83), José García, Carmona (Coco, min. 71), Pol Roigé (Cristian, min. 71); Cabrera (Viguera, min. 83) y Benja (Miguel Marí, min. 57).
Melilla: Pol Ballesté; Pepe Romero, Delmonte, Sergio Chica, Jordan (Moha, min. 46); Fran Núñez (Iker Hernández, min. 83), Cissé (Parla, min. 29), Borja López (Ali, min. 46), Parra (Andrés, min. 76); José Antonio y Del Campo.
Árbitro: Tomé Alonso (Comité Las Palmas). Expulsó con doble amarilla al visitante Pol Ballesté (min. 92). Amarilla a Alemán, Cabrera, Ferroni, Pol Roigé; Ali, Cissé, Delmonte, José Antonio, Pepe Romero y Sergio Chica.
Campo: Antonio Solana. 1.000 espectadores.
Otra vez hubo empate sin goles a domicilio para el Melilla, en esta ocasión ante el Intercity y con la expulsión postrera del portero Pol Ballesté (0-0). Iker Hernández acabó el partido bajo los palos como guardameta. El encuentro de Alicante fue de escasa calidad y estuvo marcado por la pésima actuación arbitral del canario Tomé Alonso. El Melilla realizó una discreta primera parte, mejoró tras el descanso y tuvo opciones de ganar, sobre todo por medio de Moha, pero acabó dando por bueno el empate a tenor de la doble tarjeta amarilla a Pol Ballesté.
El partido arrancó bien para un Melilla que saltó al Antonio Solana muy concienciado y solidario, cerrando todas las vías de acceso a su portería. Se adelantó la presión visitante tras dos recuperaciones a cargo de José Antonio, pero Del Campo, al contragolpe, dudó en la definición. Una acción personal de Cabrera, con disparo cruzado cerca del palo, fue la única réplica del Intercity, cada vez más bloqueado en la zona de construcción.
El equipo de Manolo Herrero derrochó entrega, disciplina y agresividad para frenar el talento de su rival, lo que estuvo a punto de pagar muy caro Cissé, al que el colegiado perdonó posiblemente la segunda amarilla en el ecuador del primer acto, de ahí la rápida sustitución, lo que supuso el ingreso de Parla al filo del minuto 30. También pudo irse a la calle antes de tiempo el local Cabrera, pero el colegiado optó por mantener a ambos contendientes con 11 jugadores.
Otra acción de peligro del Intercity llegó a balón parado, en un remate de cabeza de José García que botó encima del travesaño. La respuesta fue una rápida jugada por la banda que no llegó a culminar Del Campo en boca de gol poco antes del descanso. Segunda mitad Manolo Herrero realizó dos cambios al descanso. Ali y Moha accedieron al césped por Borja López y Jordan. Pese a las sustituciones visitantes, el descanso le sentó mejor al Intercity, que estuvo cerca del gol con un chut de Cabrera que despejó Pol Ballesté. La jugada resultó un espejismo, porque el equipo que dio mayor sensación de peligro en la segunda parte fue el visitante, sobre todo por la entrada de Moha.
El ex del Coruxo tuvo el gol más cerca que nadie en el ecuador del segundo período al beneficiarse de un error defensivo para encarar al portero y, tras driblarle, disparar a portería vacía, pero un defensor impidió con el muslo un tanto cantado.
Poco después, fue José Antonio quien probó fortuna mediante un disparo lejano que atrapó el veterano Manu Herrera. Con el paso de los minutos, el calor y el cansancio fueron haciendo mella aunque el Melilla, cargado de tarjetas, acabó acusando más el desgaste.
El Intercity, poseedor de una plantilla repleta de calidad, le dio una vuelta más de tuerca al partido con los cambios, encerrando a su rival aunque sin generar apenas peligro. El Melilla se sintió inferior y agotado, y optó por parar el juego, lo que le costó perder a su portero, sancionado con dos amarillas al final, la segunda en el minuto 92. Iker Hernández, que había saltado al césped poco antes como quinto y último recambio, fue el escogido para ponerse los guantes bajo los palos durante un eterno tiempo añadido en el que el Melilla mostró oficio.
Otra vez partido aburrido, sin ninguna calidad... No se ve fútbol y sí pérdida de tiempo... Justa expulsión del portero con lo que -el próximo domingo- no jugará y no podrá perder tiempo, aunque... esa descarada actitud se la indicará el entrenador... De pena... ¡Vaya temporada nos espera...!