MELILLA ha registrado un aumento del número de desempleados en agosto y ya hay más de 7.000 personas en desempleo en nuestra ciudad. El final de los planes de empleo y del trabajo estacional del verano ha provocado un repunte del desempleo en la ciudad, que sufre un traspiés tras haber estado durante meses generando nuevos puestos de trabajo.
En perspectiva, la evolución del mercado de trabajo en lo que llevamos de año está siendo positiva, se ha reducido la bolsa de desempleados respecto a los datos registrados en 2020, pero lo sucedido el pasado mes de agosto debe ser un toque de atención y hay que evitar que este aumento del paro se convierta en una tendencia.
Para ello, es preciso estimular desde la Administración las contrataciones y aprovechar la llegada de los fondos de recuperación para generar una dinámica de crecimiento. El descenso continuado que habíamos registrado en meses anteriores no puede abandonarse, es importante seguir generando confianza en inversores y empresarios para convertir a Melilla en un mercado apetecible.
Ayer conocimos que llegarán 10 millones más para la inversión en empleo y que se generarán 1.000 puestos de trabajo, según adelantó la consejera de Hacienda, Dunia Almansouri. Es imprescindible para el futuro de Melilla recortar la cifra de parados en la ciudad, es un pilar fundamental para poder afrontar una recuperación robusta y poder implementar nuevas medidas para lograr dar ese giro al modelo productivo de la ciudad que cada día se hace más necesario.