La Justicia se ha puesto al día. El retraso que acumuló durante los meses de confinamiento se ha eliminado gracias al trabajo de las personas que trabajan en este ámbito. El juez decano, Fernando Germán Portillo, explicó a El Faro que se han mejorado las herramientas digitales y se ha dotado de puestos de teletrabajo para los funcionarios, aunque no ha hecho falta usarlos aún. Pero la falta de personal sigue siendo un tema pediente en las Torres del V Centenario. Portillo aseveró que luchará por la creación de juzgado de vigilancia penitenciaria, cuyas competencias tiene ahora el juez de Menores, y por un juez más para Instrucción.
–¿Se ha recuperado la ‘normalidad’ en estos últimos meses?
–Desde el punto de vista estrictamente jurisdiccional hemos podido recuperar el tiempo que se perdió sobre todo con el cierre de la justicia que se hizo allá por marzo con el confinamiento total. Eso a día de hoy está recuperado. Y además, como ha habido en general, aunque sobre todo se ha notado en el juzgado de lo Penal, un descenso muy importante de entrada de asuntos, pues al final, desde el punto de vista jurisdiccional hemos superado este retraso.
Desde el punto de vista de otras cuestiones, como las medidas de prevención de contagios, pues sigue la restricción de acceso al edificio, solo se hace con cita previa, se mantienen las distancias de seguridad, y los señalamientos se hacen para evitar las aglomeraciones de espera de entrada. También hay una sala de espera fuera del edificio que se habilitó a través de la buena gestión de la gerencia de Melilla y que se habilitó en el Cargadero del Mineral, gracias también a la Autoridad Portuaria de Melilla.
Seguimos con ese tipo de medidas de prevención y sanitarias, que afectan un poco a la forma de trabajar, pero eso no afecta a la labor jurisdiccional. Por ese lado, al final el balance es positivo.
–Señala la disminución de asuntos en lo Penal, pero se preveía un aumento en los juzgados de lo Social y Mercantil. ¿Se ha notado ya?
–Pues se esperaba ese aumento de asuntos también en lo Contencioso-Administrativo. Sin embargo, ese incremento no se ha producido aún. Al final, creemos que la prolongación de las ayudas, como los ERTE, ha ralentizado esa entrada de asuntos. Pero en cuanto se recupere más normalidad de la que ahora tenemos, será así. Ese incremento se ve ya en algunos lugares de España. Pero en Melilla siempre suele ir con retraso respecto a la dinámica de la península. Pero esperamos ese aumento aunque aún no haya llegado.
–Y en relación a la bajada de delitos que registra el juzgado de lo Penal, ¿se vincula más con el cierre de la frontera o también con las restricciones que ha habido de toques de queda y confinamientos?
–En general, la entrada de asuntos en la jurisdicción penal ha bajado en toda España. Es un hecho común derivado, como dice, de las medidas de restricción de movimiento y las limitaciones en el ocio y los toques de queda. El confinamiento ha hecho haya menos delitos. Pero, aquí en Melilla, esa disminución es porcentualmente mayor que la media nacional. Por ello, debemos achacarlo también a que la frontera estuviera cerrada. Por Melilla pasaban a diario entre 20.000 y 30.000 personas y eso es un volumen nada desdeñable de personas que conlleva siempre un aumento de actividad delictiva que ahora no se ha dado. Por ello, viendo la bajada de lo Penal que es superior a la media nacional lo vinculamos a la idiosincrasia de Melilla y al cierre de la frontera.
–¿Y cómo ha ido el juzgado de Menores?
–Pues como en el resto, los delitos que han entrado han disminuido. No se ha notado un incremento, para nada. Y como todos los delitos de penal, se ha notado esa disminución. De esta forma, se rompe una dinámica que se repetía desde el 2016 que registraba un aumento de delitos y de enjuiciados. Pero este año, siguiendo la dinámica general, se han reducido.
–¿Se ha logrado mejorar la tecnología y los medios digitales para la Justicia en estos últimos meses?
–En Melilla esta cuestión depende directamente del Ministerio de Justicia, ya que no es una comunidad autónoma y no tiene transferidas las competencias de Justicia como ocurre en otras regiones. Dependemos del ministerio y aquí ha hecho avances. Ha creado puestos de funcionarios con teletrabajo, no sé si suficientes, dotándoles de los materiales necesarios para ello. Lo que ocurre es que no ha habido un nuevo confinamiento y no ha sido necesario poner en marcha este proyecto. Por lo tanto no sé si esas medidas de nuevos puestos de teletrabajo son suficientes, aunque entiendo que siempre harán falta más.
Los jueces y fiscales, al menos teóricamente, siempre hemos podido trabajar y teníamos las herramientas. Pero donde sí que se ha hecho un esfuerzo es en mejorar esas herramientas. Y ahí se ha dado el máximo.
Cuando comenzó la pandemia, los juicios telemáticos que se hacían eran bastante más de los que ahora se hacen porque ahora mismo hay cierta normalidad. Los profesionales de justicia pueden acceder sin problemas al edificio, siempre que tengan actuaciones, pues ya no hay tanto volumen de actuaciones telemáticas como al inicio de esta situación tras el confinamiento.
Definitivamente las herramientas han mejorado y cabría esperar que, en una situación hipotética de vuelta al confinamiento, la justicia no hubiera que paralizarla y pudiéramos estar en nuestros domicilios y seguir trabajando no al 100% porque realmente hay actuaciones que solo pueden ser presenciales, pero sí hacer más.
–¿Se ha logrado aumentar el personal? A inicios de año demandaba un fiscal y un juez más, en este caso, para Instrucción.
–No. Para la dotación de personal judicial lo que hace el Consejo Superior del Poder Judicial tiene en cuenta las estadísticas y las nuestras, siendo manifiestamente mejorables, no son todo lo malas que pueden ser comparadas con el territorio judicial al que pertenecemos, que es Andalucía. Melilla no está tan mal parada frente a otros juzgados andaluces y no se puede justificar un aumento de plazas. De todos modos, sí que se ha suscitado desde hace dos años un juzgado de vigilancia penitenciaria. Ahora mismo no existe. Sí que existe la función que la tiene el juez de Menores, pero no hay un juzgado tal cual. Creemos que es necesario para dotar de profesionalidad y de dignificar el trabajo que se realiza en el juzgado. Y luego mi intención es que haya un juez más de refuerzo para mejorar la Instrucción. Pero a pesar de que los números no nos sean favorables, seguiremos peleando por ellos.
–¿Y el personal de refuerzo por la covid-19, tanto de limpieza como de seguridad, va a continuar?
–En principio, se va a mantener, pero no sé en qué medida y hasta cuando. Confiamos en que siga todo este personal mucho más tiempo.
Ventanas y aire acondicionado nuevo, tras comprobar con espacios sin ventilación
–¿Cómo es la situación el edificio? Siempre se ha denunciado que las torres no eran un espacio para los juzgados.
–Lo cierto es que ese edificio no fue diseñado para los juzgados, con lo cual tiene unas deficiencias de origen que son difíciles de suplir. El espacio es el que es y es como está diseñado. Y es cierto que con la covid-19, una vez que se ha constatado que está en el aire y se acumula por aerosoles, pues hemos descubierto que el edificio carecía de ventilación en algunas salas de vistas y bastantes dependencias importantes. Frente a esto, el Ministerio de Justicia ha hecho un esfuerzo por abrir ventanas en aquellas paredes donde podía hacerse, aunque no fuera en todas. Se han distribuido también paneles dentro de los espacios para procurar que circulara el aire y están en marcha una reforma del aire acondicionado. Pero esto último no ha llegado aún. Hay sitios donde, a pesar de la buena voluntad, no se ha podido habilitar ventanas o corrientes y efectivamente el edificio no esté totalmente preparado para este virus ni para incidencias de este tipo. Pero se ha puesto voluntad y seguiremos trabajando con las medidas de seguridad, con separadores si hay distancia corta, con mascarillas y gracias al personal de limpieza, tras cada vista se desinfectan las salas. De momento, tenemos que estar satisfechos de que ningún contagio que esté constatado se ha producido en los juzgados.
–¿Tiene alguna noticia de si habrá algún cambio para el Registro Civil?
–En principio, la demanda es tener más espacio para el juzgado de guardia y para el Registro Civil. Y la única forma de hacerlo es externalizando este último. Y seguimos sin esta opción o posibilidad. Todo esto con los cambios que está habiendo en el Ejecutivo central hace que haya cambios también en otros departamentos y si hay un inicio de proyecto, pero se marcha el responsable que lo conocía, pues se hace complicado mantener políticas de medio plazo y éste un proyecto de este tipo. No se puede hacer de mañana para pasado. Todo esto se complica.
Ha habido algunos problemas en el Registro Civil para la petición de citas y demás. Pero esto se está intentando gestionar con el Ministerio porque ese sistema de cita no parecía funcionar todo lo bien que se pedía desde el ciudadano y parece que se está solventando.
Estamos en una situación de transitoriedad porque la norma del Registro Civil del año 2011 que todavía no ha entrado en vigor tras pasar una década y eso implica cambiar el encargado del Registro Civil del juez al secretario judicial o letrado de la Administración de Justicia, que es como se llama ahora. Y ese cambio no se ha producido. Se anticipó poner en marcha esa ley eliminando los libros de familia y que iban a ser digitales, pero unos días después llegó una circular indicando que los libros de familia debían seguir siendo en papel. Estamos en una situación de transitoriedad y no sabemos qué va a ser de este servicio a medio plazo. Pero lo que nos interesa es tener un espacio adecuado para el funcionario y para que el ciudadano esté bien asistido ahí seguimos pinchando en hueso.