Francisco Díaz, secretario de UGT en Melilla, explicó que para el sindicato el cierre de la frontera ha sido un grave perjuicio para la ciudad en distintos planos como el económico, de expansión de la población o comercial. Cree que este está siendo “un asunto determinante para la economía y por lo tanto es un problema serio que hay que resolver”, teniendo en cuenta de que Marruecos, como país soberano, ha cerrado la aduana comercial, por lo que hay que buscar otro tipo de alternativas para la ciudad.
Señaló que estas soluciones pasan por dos cuestiones importantes. La primera es que el comercio pase por una reconversión ya sea en medios tecnológicos, humanos o en la forma de entender el comercio.
La segunda cuestión sería que la ciudad tuviese una industria que le dé sostén y que mantengan unos puestos de trabajo y expuso que esto pasa por que la Administración dé confianza.
Dijo que han visto puntos interesantes en el plan de reestructuración presentado recientemente, como la recuperación de las naves que hay cerca de la frontera y que están inutilizadas con el cierre de los pasos entre Melilla y Nador.
Díaz cree que hay que invertir, dar impulso y confianza, no solo a los empresarios y trabajadores, sino también a las inversiones que puedan venir desde el extranjero.
Déficit de formación
Díaz cree que, hablando de la población melillense en general, hay un déficit de formación y señaló que debería haber una formación profesional adecuada a las necesidades que puedan haber en el mercado laboral en el futuro, enmarcándolo todo en un proceso o un camino a seguir para que la juventud, “que al fin y al cabo es la que tiene que dar continuidad a la ciudad, la que tiene que dar un impulso nuevo, una nueva perspectiva”, dijo.
La situación en el ámbito laboral la califica de este año como “muy complicada”, pues han habido despidos, convenios colectivos que no se aplican, trabajadores que no recibían a tiempo o bien su prestación por ERTE o la protección de los empleados en su ámbito laboral. “Muchísimos problemas y que ahora se han visto agravados por la pandemia” reiteró Díaz.
A esta situación, añadió que la ciudad se encuentra en “un impasse” pues se desconoce qué decisiones políticas se van a tomar, qué rumbo se sigue, por lo que “es muy complicada la situación laboral de la ciudad”.
Los trabajadores transfronterizos siguen en ERTE, pero sin poder cobrar ningún tipo de ayuda “porque la situación entre España y Marruecos se ha complicado”. Al parecer, se iba a dar solución a los miles de trabajadores afectados y se iban a aprobar en el Consejo de Ministros una serie de cambios en la Seguridad Social para que esto fuera posible.
Sin embargo, en el último momento, el Ejecutivo central dio marcha atrás. Explicó que desde UGT estuvieron intentando que se solucionara el asunto a través de gestiones e incluso informes que enviaron al Ministerio de Trabajo y que al final, por una decisión ajena a este Ministerio y de la Seguridad Social y más relacionada por la política exterior, no se aprobó la decisión en el Consejo de Ministro y se continúa con la misma problemática.
Relacionado con los trabajadores marroquíes que están en ERTE, enfatizó que un problema que se avecina es cuando abra la frontera, qué va a pasar con todos ellos, ya que las empresas han contratado a nuevo personal para que ocupen los puestos de aquellos empleados del otro lado de la frontera. Estos últimos tendrán derecho a reclamar su reincorporación a su puesto de trabajo. Desde UGT creen que va a ser una situación difícil a resolver.
Durante todos estos meses, todos los conflictos laborales que les han llegado al sindicato lo han trasladado a Inspección de Trabajo e incluso a la Fiscalía si se ha tratado de un caso grave.
Actualmente, desde UGT tienen constancia de que la mayoría de los problemas relacionados con el cobro de los ERTE se han solucionado y resaltó que la ciudad casi llegó a los 5.000 ERTE y que ahora hay entre 900 y 1.000 de los hay distintas modalidades y que poco a poco se van reincorporando al completo los trabajadores a medida que las empresas van necesitando la mano de obra.
Díaz enfatizó que no saben a qué número de despidos se puede enfrentar la ciudad cuando el Gobierno deje de dar la prestación y se pasen los seis meses de después en los que no se puede despedir a trabajadores que han estado en un ERTE. Díaz cree que esto dependerá de los sectores, ya que entiende que, por ejemplo, en la hostelería, cuando se vuelva a una situación normalizada, se necesitará a los trabajadores.
“Sin salud, no hay recuperación”, subrayó. Es por ello que cree que la Administración, concretamente la parte que gestiona la pandemia, debe poner todos los medios para terminar cuanto antes con los contagios y acelerar las vacunas.
A la ciudadanía le pide precaución, pues señaló que por el hecho de que se esté vacunado, no quiere decir que no haya contagios y apuntó a que ya se está viendo cómo vuelven a subir los contagios por covid.
EN MELILLA HA HABIDO MUCHA FORMACION INUTIL, PORQUE NUNCA HA ESTADO ENFOCADA A LAS NECESIDADES DEL MERCADO LABORAL, DINERO INVERTIDO QUE SE HA IDO POR LA BORDA Y A LAS PRUEBAS ME REMITO, CIUDADANOS CON VARIOS TITULOS EXPEDIDOS POR PROMESA Y EL SEPE QUE NO SE TRADUCEN EN PUESTOS DE TRABAJO...AHORA DESCUBRIMOS LA POLVORA...