Unos cuatrocientos melillenses se manifestaron ayer, de forma espontánea, sin más convocatoria que la puramente ciudadana a través de Facebook, en protesta por la falta de apoyo explícito del Gobierno central a los melillenses y funcionarios de policía durante la reciente y águga crisis en torno a nuestras fronteras.
La concentración tiene un gran valor no ya por la importancia del grueso de los reunidos, que no han necesitado de partidos políticos ni de sindicatos para hacer valer el sentir de una mayoría de melillenses, descontentos con la escasa atención del Gobierno socialista respecto de Melilla y sus problemas.Hubo críticas a un delegado del Gobierno silente y ausente en los referidos conflictos, tal cual ha sido Gregorio Escobar, y manifestaciones de apoyo a una agentes de la Policía que, afortunadamente, han encontrado en los ciudadanos, sindicatos y algunos partidos opuestos al PSOE y CpM, el apoyo que estos no han sabido brindarles.
La concentración de ayer no es sólo una demostración del poder creciente de las redes sociales, es un aviso a las instituciones políticas convencionales que pierden gas en la portavocía, representación y movilización de unos ciudadanos cada vez más capacitados para poder reaccionar por sí mismos.