El Gobierno local implanta medidas más restrictivas para la población melillense ante el aumento del número de contagios de Covid-19. De hecho, decreta el cierre de toda actividad a las 19:00 horas. Solo la farmacia de guardia y la gasolinera podrá abrir a partir de esa hora. No hay más salvedades. Ésta y otras medida se adoptarán desde mañana miércoles 27 tras la publicación hoy de la orden del presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro, con vigencia hasta el 15 de febrero, que regula algunos aspectos, y de la normativa de Salud Pública, que describe otros, que estará en vigor hasta el 17 de febrero.
El consejero de Políticas Sociales, Mohamed Mohamed Mohand, explicó que se suspende toda actividad en la ciudad a las 19:00 horas, incluso a esa hora deben cerrar los comercios de alimentación. Se trata de reducir al máximo la movilidad de las personas. Aunque apuntó que no se podrá denunciar a nadie por estar en la calle hasta las 22:00 horas que es cuando empieza el toque de queda.
El hecho de cerrar toda la actividad a las 19:00 horas es una forma de evitar que haya gente a partir de esa hora porque la hostelería también estará cerrada. Se podría definir como un toque de queda velado. Ya que ni la UGR podrá tener abierta su sala de estudios a partir de esa hora; tampoco podrá haber clases en centros educativos del Ministerio de Educación; y se prohibe que las gasolineras puedan vender bebidas alcohólicas a partir de esa franja horaria.
Mohamed Mohand indicó que se suspenden todos los eventos de ocio, cultura o deporte. Y para las bodas, bautizos o comuniones, ya sean algunas de ellas de carácter religioso o civil, no podrán tener a más de seis personas en la celebración y luego, en la hostelería, se deberá cumplir la norma impuesta en estos restaurantes o bares.
Cierre de templos
El aforo de las instalaciones o los centros de culto se reduce a un 25%. Además, tras hablar con los responsables de las diferentes confesiones religiosas de la ciudad, se van a cerrar de 8:00 horas a medianoche las mezquitas los viernes; las sinagogas los sábados; y las iglesias los domingos. El objetivo es evitar aglomeraciones de personas en los centros de culto o a su salida de los mismos.
La hostelería
Es en la hostelería donde se va a permitir las reuniones de no convivientes, pero hasta cuatro personas en una mesa. De hecho, cuatro es el número máximo de comensales que puede haber en una mesa, aunque si son convivientes se puede incrementar. Pero tanto el hostelero como las autoridades podrán requerir que se justifique con documentos, como el DNI o los certificados de residencia que todas esas personas conviven juntas.
Además, la hostelería solo podrá tener 10 mesas como máximo, a menos que ya haya obtenido el permiso para contar con más.
No convivientes
En el decreto del presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro, se recoge que no se permiten reuniones si no es de personas convivientes, aunque se indicará también en este documento que las excepciones las marcará Salud Pública. En este sentido, en la orden de esta consejería se indican esas salvedades. Se podrá ir a cada de la pareja si esta persona vive sola; se podrá acudir al domicilio de otra persona para cuidar a menores, mayores o dependientes; se permitirá la agrupación de hijos con sus padres con los que no conviven de forma diaria; y se permitirá hasta cuatro personas no convivientes en una mesa en la hostelería.
Se harán cribados de Covid-19 por barrios
Además de las medidas restrictivas, Mohamed Mohand aseguró que se van a realizar cribados de test para detectar a personas con Covid-19 en los barrios. Se escogerán los que tengan una mayor incidencia acumulada, y los melillenses pueden ver esas cifras en el portal de transparencia que hay para ello.
Por último, en relación a la boda que se celebró el 31 de diciembre, Mohamed Mohand dijo que se ha recibido el acta de la Guardia Civil y ahora los técnicos analizan las posibles sanciones, como que no llevaban mascarilla o había más personas de aforo permitido.
Creo que está muy bien de prohibir las reuniones de NO CONVIVIENTES incluso en domicilios, porque hay personas que por ciertas circunstancias se ven obligadas a compartir piso/alojamiento y aunque no quieran exponerse, tienen compañer@s de piso/alojamiento que no les importa la salud de los demás y realizan reuniones/fiestas con personas ajenas a la convivencia, en contra de la opinión del resto de convivientes. Esto supone poner en riesgo a las personas que si viven en el lugar. Al salir esta normativa, ayuda a esas personas que no quieren exponerse a "luchar" contra esos compañer@as para que no lleven personas ajenas a los domicilios. Debería seguir esa normativa hasta el fin de la pandemia