En su opinión, “los funcionarios policiales necesitan el apoyo del Gobierno de la Nación”, a la vez que reitera su convencimiento de que acaben las amenazas de boicot. El coordinador de Unión, Progreso y Democracia (UPyD)en Melilla, Emilio Guerra, considera “obligada” la visita a la ciudad, tras la reunión anunciada en Rabat, del ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba, uniéndose así a las peticiones realizadas por el sindicato policial SUP, que el pasado sábado reclamó una “solución a los problemas de organización y falta de medios que sufren los policías en la frontera”.
Para el dirigente local de UPyD, que calificó los incidentes fronterizos como “una provocación para la ruptura con el vecino país”, el Ministerio que dirige Rubalcaba, “debe tomar cartas en el asunto” y establecer los procedimientos y pautas necesarias para que los funcionarios españoles puedan hacer su trabajo dentro de las máximas garantías de seguridad.
Para Guerra, el “permanente acoso” que están recibiendo, sobre todo, las mujeres de los cuerpos y fuerzas de seguridad destinadas en la frontera de Beni Enzar, son “intolerables” y “atentan contra los principios más elementales de nuestro ordenamiento jurídico”.
Rubalcaba según explica el upedista en una nota de prensa, “debe tener un gesto con los servidores públicos que se están jugando su integridad física todos los días en el desempeño de su trabajo y entrevistarse con ellos personalmente para conocer la problemática de primera mano”.
Por la frontera, subrayó Guerra, “están desplegados agitadores profesionales, muchos de ellos delincuentes comunes, que realizan una labor perfectamente orquestada y dirigida”, algo en lo que también coincide Caridad Navarro, secretaria general de CCOO en Melilla, quien demando hace unos días que se inste al gobierno de Marruecos a retirar “los carteles ofensivos hacia las mujeres policías y el cese de las actitudes sexistas contra las mismas”.
UPyD finalizaba su nota de prensa, deseando que “los contactos diplomáticos den los frutos apetecidos, desaparezcan las amenazas de boicot, se controle a los alborotadores que están perfectamente identificados y la normalidad vuelva a restablecerse”.
Guerra insistió, sin embargo, en la necesidad de que el Gobierno de Rodríguez Zapatero “obre con la debida diligencia, manteniendo criterios firmes y dando su incondicional apoyo a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado”.