EL diccionario avanza, porque avanzan también los vocablos inverosímiles, las expresiones de la "nueva anormalidad"; como avanza también el atocinamiento de la sociedad y corren que se las pelan las ocurrencias de Illa (el de las mascarillas), junto con las fechorías del disoluto Simón.
De nuevo, amigos beneméritos, me ayudan a recoger del suelo toda la bazofia lexicográfica que nos invade, Dios (que como todo el mundo sabe, es el Gran Poder), se lo pague con grandes dones además de los que poseen.
Vamos a empezar.
12) Lío
Pero no un lío cualquiera, este es un lío "del montepío", como decimos por la Salada Claridad.
En efecto, Illa y los que participan en la "cogobernanza" de la pandemia, acaban de instruir al pueblo fiel sobre lo que debe o no hacer en estas “entrañables" fiestas que nos amenazan y que están por venir.
No creo que nadie en su sano juicio haya comprendido lo que quiere decir Illa (el de la mascarilla) o cualquiera de sus satélites, y mucho menos el disoluto Simón.
Entonces, vamos a ver, ¿se puede ir de Melilla a Torrelavega, si o no? ¿Necesitamos certificado alguno para ir de O'Donnell a Cabrerizas, si o no?
¿Quiénes son los allegados? ¿Cuántos cuñados al final podrán ir al final a la cena de Nochebuena, con el fin exclusivo de meter la pata proclamándose sevillistas?
Lo de 10 personas ¿es un número mágico o es aleatorio? ¿porqué 10 y no 15?
¿No se decía en la Venganza de don Mendo, "todos iguales, para mí seréis trece, catorce, quince o dieciséis"? Bien es verdad que la tal obra fue escrita por don Pedro Muñoz Seca, y ya sabemos que pertenece a la carcundia y no debe ser mentado entre nosotros, ni mucho menos debe ser mentada su excursión forzada a Paracuellos. A ver los memoriones....
13) Convivientes
Extraña palabra, con tal de no nombrar a la familia, el disoluto Simón es capaz de cualquier cosa, Conviviente ¿es un gato? ¿es un perro que vive con nosotros? ¿conviviente será el abuelo que está en el "núcleo familiar"? ¿Serán los atroces cuñados? Todo es un misterio, lo bueno o lo malo es que nos estamos acostumbrado a esta majadería y a otras y veremos a ver a dónde vamos a parar.
Yo lo siento, lo he dicho muchas veces, cada vez que me nombran convivientes, busco en seguida una posición dominante y a ser posible protegida, me lo enseñaron en la "mili".
14) Concierto para perros
Yo no sé si es por el efecto de la pandemia, el número de carajotadas aumenta de forma exponencial. Así que un concierto para perros, ¿no? Con lo que está cayendo, ¿Qué es del coro de plañideras propateras? ¿A dónde pararon las lágrimas de las ONG varias y proecologistas? ¿Porqué no pian la denominada Conferencia Episcopal en particular, y clerigalla progre en general? ¿Dónde están los sororos, acaudillados por la intrépida dama doña Isabel Sánchez, miembro de la prelatura que todos sabemos, tonta internacional de la misma?
Debo a mi dilecto don Jorge, el hallazgo, Lliria, antes Liria, hacendoso pueblo (provincia y archidiócesis de Valencia), gobernado por los denominados "progresistas", ha programado un concierto dirigido exclusivamente a perros, para el próximo día de la Purísima, cuyo coste para las arcas públicas ascenderá a 7.560 euros. ¡Total, nada!.
El concierto tendrá lugar en un bonito parque del pueblo y "está compuesto por ultrasonidos solo audibles por la raza canina".
Por la gloria de mi padre (q.e.p.d.), que es verídico todo lo que digo.
El curioso lector puede ver el desarrollo de la noticia en el diario ABC de 30 de noviembre próximo pasado.
Definitivamente, esto tiene poco arreglo.
15) Demofóbico
Debo este hallazgo a mi dilecto don Ignacio Alonso, que me honra con su amistad y cuyo seguimiento y simpatía agradezco.
Resulta que una señora diputada separatista catalana, que responde al nombre de Laura Borras, cobra generosamente del Congreso de los Diputados español, sin hacerle ascos cada mes a la sugestiva nómina que le pagamos los pobres españoles.
Resulta que "el estado español", es decir, España, padece "demofobia". ¿Qué es ello? Mis espías paraguayos han consultado por activa y por pasiva todos los rastreadores definitorios, sin obtener resultado que a todos guste.
Unos se inclinan porque "se tiene miedo a la democracia", esto no se compadece con la actitud diaria de doña Laura, que un día sí y otro también, larga por esa boca todo lo que le peta, contra España, que yo sepa, nadie le ha molestado, sigue cobrando, y no ha sido conducida a la frontera, a pie, en jornadas ordinarias y custodiada por una pareja (del plan antiguo) de la Guardia Civil.
Otros espías encuadran la palabra en la noble rama de la psiquiatría, para definir a quienes padecen miedo a las multitudes, es algo así como los agorofóbicos, pero a lo bruto.
Sea una cosa u otra, yo creo que a esta señora le hace falta una continencia oratoria, una cejuela, un cilicio parlamentario, porque en caso contrario, la jaula de grillos que es el Congreso se convertirá pronto en una reunión de energúmenos, si es que no lo es ya.
16) Presencial
Palabra o concepto aparentemente inocuo, pero que con motivo de la pandemia, que conseguirá volvernos majaras a todos, es objeto de amplio debate, eufemismo que esconde peleas sin cuento, insultos y tropezones.
Este "contraste de pareceres", por utilizar un lenguaje que se pierde en la bruma de los tiempos, siempre acaba como los bailes pueblerinos en días de fiesta mayor, donde siempre hay un mozo, quien bien avanzado el trance se siente impulsado sin remedio a dar un trancazo a la farola de la plaza y entonces comienzan los golpes a ciegas, por no decir que una bárbara barahúnda.
Pues bien, de algo tan simple como trabajar, estudiar, comerciar, como toda la vida de Dios, no sabemos ahora ni quien atiende, ni quien comercia, ni quién está en la oficina, ni quién coge el teléfono para atender nuestra consulta, ruego o pregunta.
Con el tiempo, lo presencial será una reliquia como los mamuts o los dinosaurios, más o menos.
Que no le falte agua al elefante.