TENÍA razón el presidente De Castro cuando decía que las Conferencias de Presidentes habían servido como una ventana para que Melilla pudiera transmitir sus necesidades vitales y que las mismas fueran conocidas, no solamente por el presidente del Gobierno y todos los ministros que le han ido acompañando a lo largo y ancho de estas catorce citas, sino también por el conjunto del resto de presidentes autonómicos. Desde Quim Torra a Juan Manuel Moreno, pasando por otros nacionalistas, populares o socialistas.
Ahora, entendemos que queda otra misión que, desde luego, será igual de importante y que no es otra de fijar las líneas maestras que sirvan como base para fijar las necesidades de nuestra ciudad y para comenzar a caminar hacia una nueva estructura económica. Sánchez ha confirmado que para finales de julio convocará una Conferencia de Presidentes, pero ya presencial, con la intención de comenzar a preparar la reconstrucción nacional.
Melilla viene arrastrando una crisis propia y ahora se ve inmersa en una nueva como es la del coronavirus por lo que será necesario un mayor esfuerzo para superar el trance.
Para esto, se antoja indispensable la unión de todas las fuerzas políticas de la ciudad, que remen a una y con un mismo rumbo, que no debe ser otro que transformar Melilla para que siga siendo una ciudad prospera y con futuro.