La Real Academia de la Lengua española define la palabra crisis como “cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o una situación, o en la manera en que estos son apreciados”. Esta claro que en la época poscoronavirus muchas cosas habrán cambiado pero eso no significa que todo tenga que ser a peor. Viviremos tiempos duros, seguro, en lo económico y en lo social y la incertidumbre que genera este futuro inquieta a todos los sectores de la sociedad.
Por eso, acierta el presidente de Colación por Melilla, Mustafa Aberchán, cuando plantea esta crisis como una oportunidad para Melilla.
La ciudad ha vivido demasiado tiempo paralizada, dependiente de ciertos resortes económicos que ya no funcionaban antes de la aparición del COVID-19 y que ahora se atisban como absolutamente superados. El transito comercial en la frontera con Marruecos no parece que vaya a recuperar la intensidad que pudo tener en otros momentos y hay que desligar el grueso de la economía melillense de esta dependencia. El centro sobre el que orbitaban gran parte de los negocios de la ciudad debe cambiar.
Para la ciudad se abre una ventana de oportunidad si somos de los primero lugares del planeta en los que se ha vencido la batalla de un virus que atenaza las decisiones de los inversores y sería un buen momento para dar ese necesario cambio de dirección que necesita nuestra economía para que la ciudad tenga un futuro prospero. Es momento de ser valientes y apostar por Melilla.