El Tribunal de Cuentas investigará el uso que se ha dado a las ayudas destinadas desde el Ministerio de Fomento para financiar las subvenciones al transporte de los billetes aéreos para los viajes de residentes en territorios extrapeninsulares.
El descuento del 75 por ciento al coste a los viajes entre Melilla y la península fue recibido con alegría entre los ciudadanos, como no podía ser de otra manera, cuando se puso en funcionamiento, pero lo cierto es que, pasado el tiempo, los billetes no resultan tan económicos como se preveía. Tal vez sea sólo una percepción del consumidor, pero lo cierto es que el presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), José María Marín, deslizó que tal vez no se estuvieran abaratando los precios y si se estuviera beneficiando a las aerolíneas. No en vano, se trata de un desembolso de casi 400 millones de euros el que realiza el Estado para financiar estos viajes, una cantidad nada desdeñable.
Ahora, el Tribunal de Cuentas se hace eco de estas sospechas y fiscalizará por primera vez que esta subvención se esté utilizando para el fin para la que fue creada.
Esperemos a ver los resultados de esta investigación, pero es una pena que una iniciativa que se presumía positiva para la ciudad quede en entredicho y que al final, si se demuestra que los precios no están siendo los adecuados, el perjudicado sea el melillense de pie.