A YER se celebró el Día de Melilla, la conmemoración de los 522 años de españolidad de nuestra ciudad, que como cada año se celebra el 17 de septiembre. Y un año más, la ciudad vivió su fecha institucional más importante con el tradicional homenaje a Pedro de Estopiñán y los actos en la plaza de Armas de Melilla la Vieja.
En el terreno político, el presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro, dio su primer discurso en este marco como máxima autoridad de Melilla. De Castro trazó las que quiere que sean sus grandes líneas de trabajo al frente de la CAM pero se abstuvo de acudir a lo concreto y no adelantó ningún proyecto específico.
Por su parte, los miembros de Coalición por Melilla se abstuvieron una vez más de acudir a la cita. Desde la formación defienden que su ausencia este año es obligada si quieren mantener la coherencia política con su forma de actuar en otras ocasiones.
Lo que parecen olvidar desde la formación de Mustafa Aberchán es que ahora forman parte del Gobierno de Melilla, que debe representar todos los melillenses. El evento de ayer, guste más o guste menos, es el acto institucional más importante que celebra la Ciudad Autónoma y no parece razonable que no acudan aquellos que tienen una mayor representación en el Gobierno local y sobre cuyos diputados se sustenta el Ejecutivo tripartito.
En estos asuntos es importante saber aparcar los intereses del partido y cumplir con la obligación que se acepta cuando se toma la responsabilidad de participar en un Gobierno que debe representar a todos.