SE ha hecho esperar, pero finalmente ya tenemos Gobierno en Melilla. El presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro, presentó ayer los nombres que todos estábamos deseando arrancar a quienes estaban al tanto de la formación del Ejecutivo autonómico. Hay caras conocidas, pero también rostros nuevos que no habían entrado en las quinielas.
No se equivocaron los que dieron por sentado que Julio Liarte era el independiente del que hablaba De Castro en la entrevista que concedió a El Faro tras asumir la Presidencia de la Ciudad.
Liarte estará al frente de la superconsejería de Hacienda, Economía y Empleo y tendrá como viceconsejero al socialista Jaime Bustillo al mando de las políticas de Comercio, Transporte y Turismo. Digo superconsejería porque no sé si se han puesto de acuerdo los tres partidos (Cs, PSOE y CpM) para concentrar en una sola cartera todos los marrones de la ciudad.
Liarte y Bustillo tendrán mucho camino por delante, pero juegan con la ventaja de que a poco que hagan se notará porque esos sectores se nos están muriendo de inanición. Podríamos decir que el paro ha mejorado. Es verdad. Ya no tenemos 13.000 desempleados, pero en Melilla no se han recuperado puestos de trabajo al ritmo que se recupera en el resto de España. Vamos a rebufo y pendientes de los Planes de Empleo.
También ha llamado la atención el perfil del nuevo consejero de Bienestar Social y Salud Pública, el también socialista Fernando José Rubia Castro. Iba en el número catorce de las listas del PSOE así que era poco menos que imposible que entrara en las quinielas.
Su nombramiento ha sido un zasca en toda regla a quienes daban por hecho que Mustafa Aberchán cedería cualquier cosa menos una cartera que se asocia con la concesión de subvenciones a los más desfavorecidos.
Pues lo dicho. Zasca. CpM se queda con las viceconsejerías de Servicios Sociales y de Menor y Familia. Pero la cabeza visible es socialista y con perfil técnico. Creo que ha sido un acto de generosidad y sentido común.
Me ha llamado la atención, además, el nombramiento de Yussef Abdeselam Kaddur como viceconsejero de Juventud. Creo que ha sido un gesto bonito hacia un deportista que en alguna ocasión confesó al diario El Faro que se sentía menospreciado. Pues ahora ha llegado el momento Yussef. Tiene una oportunidad de oro para demostrar que tiene mucho que aportar a Melilla.
Los demás miembros del Ejecutivo son políticos que llevan unos cuantos años dejándose la piel ante un PP arrollador. Son Gloria Rojas, Francisco Vizcaíno, Hassan Mohatar, Dunia Almansouri, Fatima Mohammed Kaddur o Rachid Bussian. No voy a descubriros el agua tibia. Ahí están las hemerotecas. Saben de qué va esto y sólo aspiramos a que trabajen, trabajen y trabajen por esta ciudad.
Como nunca llueve a gusto de todos, hay quien ve en el tripartito CpM- PSOE-Cs un “mal augurio”, sobre todo porque el PP hizo público ayer un informe de la Fiscalía que ellos consideran que respalda la ilegitimidad de la presidencia de Eduardo de Castro.
Yo, personalmente creo que hacen bien en hacer oposición. No se espera menos de ellos. Pero dudo mucho que el Contencioso-Administrativo eche para atrás el nombramiento de De Castro. Aún así, admito que esto se pone interesante, sobre todo para la prensa.
Pero además de los aguafiestas están quienes celebran que el Gobierno tenga ya nombres y apellidos. Los primeros, los comerciantes. Con la frontera como está, con los datos del tráfico de contenedores internacionales de capa caída en el puerto de Melilla, necesitamos un Ejecutivo fuerte que se bata el cobre aquí, en Madrid y en Bruselas. Que pelee por demostrar que son de verdad el cambio que necesita esta ciudad. Ahora empieza lo bueno.