La noche de este domingo llevaba días prometiendo ser larga e intensa. Al final, después de todo, de dos campañas prácticamente consecutivas, de dos procesos electorales en un mes y de una campaña bronca, la noche del 26-M ha sido más intensa que larga.
También de sabor agridulce y con sentimientos encontrados, sobre todo en la sede de Ciudadanos Melilla.
Eduardo de Castro ha sido puntual con los periodistas y ha comparecido ante los medios de comunicación a la hora que había previsto. Ha salido, ha hablado, ha respondido a las preguntas y no ha ocultado la emoción de una noche que su equipo ha querido aplacar con gestos de apoyo y un sentido aplauso.
De Castro ansía el cambio para Melilla
Cs baja en Melilla de los dos diputados que tenía a uno que tendrá a partir de ahora. Todo lo demás, de momento, es una ruta incierta con destino desconocido. De momento.
De Castro, que ansía el cambio para Melilla, sabe que la decisión final dependerá también de Madrid. Desde aquí, él lleva semanas diciendo “por activa y por pasiva” que está dispuesto a negociar con el PP y con CpM para formar Gobierno... pero no con Juan José Imbroda ni con Mustafa Aberchán.
Madrid decidirá hacia qué lado giran las llaves de Cs Melilla
Albert Rivera y, sobre todo, José Manuel Villegas decidirán hacia qué lado gira la llave que las urnas han entregado este domingo a Ciudadanos.
Solo ha logrado un escaño, pero Cs Melilla puede inclinar la balanza del Gobierno de la Ciudad hacia el bloque de izquierdas o al de derechas. Ha perdido un diputado, pero en las negociaciones que se abrirán más pronto que tarde puede saltar al Gobierno o quedarse en la oposición.
Puede cambiar todo... o no cambiar nada. Y esa es la sensación que se respiraba la madrugada de este lunes en la sede naranja. Eduardo de Castro tiene la llave; ahora busca “una cerradura nueva y limpia” para ella.
Hay que ser hipócrita, ya sabes de antemano que no cumplirás lo que prometistes en campaña. VOTARÁS A IMBRODA .