–¿Sirve la frontera actual?
–No, ni en Ceuta ni en Melilla. Son fronteras exteriores de la Unión Europea y no hemos sido capaces de trasladar la presión suficiente, no solo para recibir ayudas económicas directas, sino también para que Frontex intervenga en la solución.
–¿Qué problemas hay que atajar?
–Primero hay un problema de espacio físico por la cantidad de tráfico e interacciones que se producen a ambos lados por la gente que entra y sale. Por ello, hay que hacerla más grande y separar el flujo de porteadores del tráfico rodado. En segundo lugar, existe un problema de seguridad: parece mentira que en el siglo XXI tengamos un control de fronteras basado casi exclusivamente en las personas. Fronteras internacionales similares, como Estados Unidos o Israel, tienen medios tecnológicos y técnicos para realizar el control. En España no se ha hecho ninguna inversión, por lo que en dos de las fronteras más importantes que tiene Europa, que son además frontera exterior con una zona de conflicto y de amenaza muy importante, no se ha invertido nada en tecnología. Además, físicamente, la valla ya está muy superada técnicamente y hay otros instrumentos más efectivos. A todo eso se suma la falta de personal en Policía Nacional y Guardia Civil. Necesitamos más unidades y unidades específicas. No puede ser que la UIP tenga que venir en rotación; aquí tiene que estar de forma permanente. En definitiva, faltan medios humanos, materiales, tecnología e infraestructura.
–¿La solución pasa por una frontera inteligente?
–PP y PSOE hablan mucho de ella, pero no han hecho nada. Parece que la inteligencia la han descubierto hace seis meses, cuando Cs empezó a apretar en el Congreso y decirles que Ceuta y Melilla no pueden tener el actual control fronterizo. Exigirle al Gobierno que Frontex se implique de forma efectiva en nuestras fronteras no es solo bueno para España, sino también para Europa. Hay que trasladarlo así. Y si no somos capaces, no funcionará. La frontera inteligente ya está casi superada en el resto del mundo y nosotros empezamos ahora. Llegamos tarde, como siempre, porque los viejos partidos no se han preocupado de los problemas de los ciudadanos.
–Vox pide un muro...
–No se trata de poner muros. Un diseño de frontera más inteligente no pasa por un muro. Los muros separan a las personas, y nuestro control de la frontera no es para separar, sino para controlar el flujo de personas y bienes, como es responsabilidad de un Estado. Los muros no conducen a ningún sitio.
–¿Y las concertinas?
–También están superadas por los medios técnicos. No hace falta poner concertinas, sino medios técnicos adecuados para realizar un buen control. Pero la frontera también hay que protegerla físicamente, para lo que son necesarios medios de protección, pero no a base de concertinas. No queremos que Europa sea un castigo inexpugnable, sino un espacio de concordia, de progreso y de comercio. Si pones vallas y muros, no fomentas el comercio.
"En la frontera de Melilla faltan medios humanos, materiales, tecnología e infraestructura"
–¿Cómo afrontar el efecto llamada?
–Con una migración ordenada y legal. Tanto el populismo de izquierdas como el de derechas están mezclando dos cosas de forma interesada en el debate político. España necesita una migración ordenada, controlada y legal porque necesita fuerza de trabajo, gente que venga a emprender, trabajar e integrarse. Entre otras razones, es la manera de solucionar los déficits de la Seguridad Social y pagar las pensiones. Por tanto, hace falta una migración eficaz y luchar contra la ilegal, no hay que tener miedo. Es razonable que quieran venir a un sitio donde la vida es mejor, pero tiene que estar ordenado desde una perspectiva legal. Luchemos contra la inmigración ilegal, que no es más que luchar contra las mafias, que han pasado de vivir del contrabando de artículos, tabaco o droga al tráfico de personas.
–¿Cómo funciona el ‘visado por puntos’ que propone Cs?
–Para esa migración ordenada hay que ver quién puede entrar de forma legal en España. Tendrán más fácil entrar quienes más puntos tengan. Para ello, hay que valorar aspectos como el conocimiento del idioma, el contrato de trabajo, si la persona tiene arraigos familiares... Es algo que ya existe: en Canadá lleva implantado muchísimo tiempo y son capaces de controlar su enorme flujo migratorio. Y no se trata solo de controlar la entrada, sino de qué hacen una vez dentro. La integración es fundamental en un mundo intercultural.
–¿El ejemplo es Canadá?
–Sí, es un referente. El que no es un ejemplo para nosotros, pero sí para otros, es Trump y su muro.
–¿Cómo afrontaría su partido la situación de los menas?
–Es un tema complejo, pues hablamos de personas que han de tener una tutela especial, ya que son menores a los que hay que garantizar derechos. La solución no es la devolución porque muchas veces huyen de entornos en los que hay maltrato y falta escolarización. Pero no pueden andar solos por la calle y hay que ocuparlos para evitar que caigan en la delincuencia. Hay que darles formación y buscar una solución persona a persona, ya que las situaciones familiares son distintas. En cualquier caso, la colaboración de Marruecos es imprescindible.
–Una de sus grandes luchas está en la equiparación salarial de Guardia Civil y Policía Nacional...
–De momento, está en marcha una subida salarial, que los sindicatos y las asociaciones cerraron con el Gobierno del PP. Aquel acuerdo fue posible gracias a la presión de Ciudadanos entonces, pues éramos socios de investidura de Rajoy. El compromiso que tuvimos con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado fue que no íbamos a permitir unos Presupuestos si no se empezaba a poner solución a este problema. Ya hemos visto cómo Pedro Sánchez ha metido en un cajón el informe de auditoría, esencial para saber la cantidad de dinero necesaria para resolver el problema. Es lo que hace cada vez que tiene algo que no le gusta. Y, como no le gusta, está presionando incluso a la auditora para que lo cambie. Creemos que la equiparación salarial solo será posible cuando Ciudadanos gobierne: somos los únicos comprometidos con una equiparación real y justa entre los sueldos de Guardia Civil y Policía Nacional.
"Proponemos una ley de carrera militar única, donde se integren la tropa y la marinería"
–¿Cómo se soluciona la situación de los efectivos de tropa y marinería que cumplen 45 años?
–Proponemos una ley de carrera militar única, donde se integren la tropa y la marinería, que tiene un problema grave con los despidos a los 45 años. Hay que recuperar a toda esa gente que echamos al mercado laboral sin certificación que le pueda servir para encontrar trabajo porque no se ha homologado lo que han realizado durante años en nuestras Fuerzas Armadas. Es decir, es gente cualificada pero sin las titulaciones adecuadas, por lo que no pueden competir en un mercado laboral ya difícil en cualquier caso. Es un verdadero drama social al que hay que darle una vuelta. Tiene que haber acuerdos entre el Ministerio de Defensa y las demás Administraciones. Son profesionales que lo han dado todo. El sentido de las Fuerzas Armadas lo dan las personas, no los aviones, los carros de combate o las fragatas.
–¿Cómo se convence a los indecisos en la recta final de campaña?
–Creo que se ha visto en los dos debates entre candidatos de esta semana: Albert Rivera ha demostrado que tiene un proyecto ilusionante y de futuro para resolver los problemas de España desde el consenso y una política liberal. Eso es lo que necesitamos, y no el viejo debate entre la izquierda y la derecha, los rojos y azules, que es lo que han querido PP y PSOE continuamente. Parece mentira, pero cada vez que hay elecciones lo único que saben es desenterrar sus viejos fantasmas. No estamos para hablar de Franco o el aborto, sino de los problemas de los españoles. Nosotros miramos al futuro, no al pasado.