La Virgen de la Soledad es uno de los tronos más esperados cada Semana Santa en Melilla. La oscuridad y el silencio que se presencia en la Avenida Juan Carlos I Rey el Viernes Santo es un momento emotivo para muchos melillenses. Pero este acto no es el único destacable en la cofradía de la Soledad de Ntra. Señora y Stmo, Cristo de la Paz, sino los triduos que comienzan mañana y, por primera vez, junto a la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. El Hermano Mayor de la cofradía de la Soledad, Francisco Javier Calderón responde a las preguntas de El Faro acerca de esta Semana Santa.
–Mañana comienza el triduo junto a la cofradía del Nazareno, ¿cómo espera estos días?
–Sin duda puede ser algo muy especial porque si lo queremos dimensionar, es algo histórico, porque nunca se ha dado la circunstancia de que dos cofradías se unan para celebrar sus triduos. Si tenemos en cuenta que esto es el inicio real de nuestros cultos de la Semana Mayor es de alguna forma, la expresión de fervor hacia nuestras imágenes. La preparación del triduo lo hicimos la semana pasada de forma conjunta, pero lo que son las imágenes, el exorno lo preparamos ayer lunes por la noche.Esto quiere decir que se van a dar unas circunstancias en el altar mayor del Sagrado Corazón en las que se va a ver al Nazareno de Melilla con la Virgen de su Soledad y al Cristo de la Paz. Estas son imágenes inéditas. Además, haremos de forma conjunta la imposición de medallas por nuestra parte y el reparto de fajines por parte de la cofradía del Nazareno. Todos los años esperamos este momento con devoción, pero este es mucho más especial.
–¿Se espera entonces que haya una mayor asistencia a los triduos al hacerse conjuntamente?
–Indudablemente, la información la hemos dado. El conocimiento lo tienen los cofrades, tanto los nuestros como los suyos. Yo espero y deseo que la asistencia sea importante. No todo el mundo podrá venir porque trabajan o hacen otras cosas, pero eso no quita que estos días de triduo son muy importantes porque es la mayor expresión de fervor que podemos tener con nuestros titulares.
–¿Qué tal la organización con el nuevo vicario?
–Bien, el vicario es una persona muy accesible, muy cercana y muy por la labor de unir. Él es uno de los artífices de que este triduo se pueda hacer así ya que es el director espiritual de ambas cofradías. Por tanto, si la figura del vicario es importante, esta vez lo es mucho más. Tenemos un trato muy fluido con él y la cofradía está dispuesta, no a sus órdenes, pero sí a sus indicaciones de alguna manera. Es un hombre que se ha hecho con Melilla muy rápidamente, y con el carió de todos nosotros desde el primer momento.
-Ya está aquí el nuevo trono de la Soledad, ¿respeta el mismo estilo que el anterior o muestra bastantes diferencias?
–El trono tiene el mismo diseño y las mismas dimensiones que el trono anterior. Al cambiar varales y que fuesen de mayor amplitud, se notó la diferencia de que podían ir más portadores porque con la Soledad tenemos un problema, y es que hay muchísimas personas que se quedan con las ganas de poder sacar a la Virgen, pero tenemos el número que tenemos. Tras 17 años de parón, volvimos a pasar por nuestro barrio tradicional, la barriada del Carmen, con esa suavidad por la que la Virgen pasa por esas escaleras, aunque se dé la sensación de dificultad. Con este nuevo trono vamos a ganar en seguridad ya que no tiene el deterioro del anterior, con 68 años a sus espaldas. La madera tenía una carcoma considerable y después de muchas actuaciones, el trono anterior ya no podía continuar. El trono está muy bien acabado, hemos tenido la suerte de encontrar un tallista como Alberto Verdugo Trujillo, en Málaga, que está empezando como tallista, pero que hace un trabajo importantísimo y ya tiene un gran prestigio en Andalucía. Cuando pase la Semana Santa, él también se encargará de reformar el trono del Cristo de la Paz. A partir del Lunes de Pascua, cuando la agencia nos dé el visto bueno, mandaremos el trono para restaurarlo. Por otra parte y ya que tengo la ocasión, quiero agradecer la colaboración tanto de la agencia de Carmelo Martínez, que nos ha ayudado para el traslado del trono y a los hermanos Serón por el trabajo que han hecho para poderlo depositar en la iglesia con los medios que tenían. Gracias, de parte de la cofradía, por esta labor altruista.
-¿Qué capacidad tiene entonces este nuevo trono?
–Tiene una capacidad de 48 portadores.
–¿Y el trono anterior?
–Tenía un cupo de entre 40 y 42 personas.
–Por otro lado, está el desagravio, y ya comentaron que la persona elegida iba a gustar, ¿n se puede adelantar nada?
–Nunca lo comunicamos, es una tradición nuestra. La Soledad está de alguna manera en el silencio, no alardeamos ni tenemos ningún tipo de presidencia, con todos mis respetos a las cofradías que sí la tengan, pero en la Virgen no se lleva, al igual que tampoco tiene banda. El desagravio siempre ha sido muy emotivo, y si decimos quién es, se rompe la espera. Sin embargo, dijimos que a los periodistas y a los medios os iba a gustar.
-Aunque no se pueda decir quién es, ¿por qué se ha elegido a tal persona?
–Elegimos a personas muy vinculadas con la cofradía y sabemos que van a expresar sus sentimientos. Hacer un desagravio es un momento muy especial y tiene su dificultad. No todo el mundo quiere o no es capaz. Queremos que exprese unos sentimientos que sean capaces de llegar. Esta persona va a saber hacerlo.
–¿A quién se le va a realizar la imposición de medallas el próximo viernes?
-A los recién llegados a la cofradía, a los más pequeños. Son hijos de cofrades los que se incorporan, pero aún no sé cuántas medallas se van a imponer. Normalmente esto va para personas que van a salir en las procesiones por primera vez.
–¿Cuántas personas se han involucrado este año en la cofradía de cara a la Semana Santa? ¿Hay más, o menos que en años anteriores?
–Los que damos la cara somos siempre los mismos porque somos a los que sacáis los medios de comunicación, pero hay gente muy importante detrás de todo esto. Yo he tenido la suerte de ser Hermano Mayor de esta cofradía muchos años por la gente que hay. Hay personas que están todo el año con la Soledad, no solo en Semana Santa, aunque cuando llega este momento hay más gente. Hay un grupo colaborador muy grande entre la junta y el cabildo, pero en estos momentos se acerca mucha gente, incluso los que no son cofrades, pero sí sienten devoción a nuestra Virgen.