Siguiendo la estela de otras ciudades de España y el mundo, Melilla ya ha empezado a ver cómo se transforma el corazón de la ciudad.
Los cambios, cuya implementación comenzó hace unos meses, tendrán mayor alcance del anunciado hasta ahora: el Consejo de Gobierno celebrado el pasado viernes aprobó una reordenación del centro de la ciudad, proyecto que se enmarca en el Plan de Movilidad aprobado en 2014.
El planteamiento es, según el consejero de Coordinación y Medio Ambiente y portavoz del Ejecutivo, “el plan más ambicioso”. “Se redefine toda la zona” para tener una Melilla, en esencia, más humanizada: “En una zona peatonal se vende más, va la hostelería y luego más comercio”, apuntó ayer Manuel Ángel Quevedo, que recordó que el de la reducción del espacio para el tráfico y la potenciación de las peatonalizaciones es un modelo que “ha funcionado en todo el mundo”.
En una futura fase, avanzó el consejero, se abordarán asuntos como la dinamización, las mejoras de los parques o los bonos de aparcamiento para los comercios.
De momento, el cambio integral del centro pasa por implantar calles de plataforma única, que limitan la velocidad y “son más versátiles”; modificación del aparcamiento; y ampliación de aceras.
Así, la avenida Juan Carlos I perderá plazas de estacionamiento y ganará espacio para los peatones, aunque mantendrá los dos carriles de tráfico que tiene en la actualidad, pues el Gobierno de la Ciudad entiende que es “un eje fundamental” para la movilidad melillense.
Nuevo ‘mapa’
Hacia el norte, el proyecto plantea que la avenida de Cándido Lobera sea solo de bajada: se busca ganar espacio para el peatón y los contenedores, que ahora “casi no entran” al disponer de unas “aceras muy estrechas”, detalló Quevedo. La subida hacia esa zona se haría por la carretera de la Alcazaba o la calle Padre Lerchundi.
En la zona sur del centro, las avenidas de la Marina Española y de la Democracia también verán ampliadas sus aceras. Además, el aparcamiento será en línea y se instalarán tres pasos elevados, con los que el Gobierno local busca “facilitar la permeabilidad del parque”.
‘Nueva’ plaza de España
En el diseño y en materia de transporte se visualizarán los cambios en la plaza de España, que el Ejecutivo quiere convertir en “un intercambiador modal importante”. Así, se modificará la parada de taxis y todos los autobuses tendrán una única parada.
Este último cambio arrastrará otros dos: se eliminará la parada de General Marina y los inicios de línea ya no serán en Torres Quevedo. Se busca con esto, según el consejero, “que todos los intercambios de transportes sean en plaza de España”.
En cuanto al diseño, se quiere “fomentar el uso de la plaza de España”, para lo que se mejorarán los pasos de peatones para que sean, además, “mucho más cómodos y seguros”.
“También se piensa en la instalación de un carril bici” y se apuesta por quitar el aparcamiento “para que sea visualmente más atractiva”.
El resultado, por escenarios
De momento, esos son los “bocetos que se plantean” para un lavado de cara que, “en su fase de inicio”, ya empezó en las calles O’Donnell y Chacel. Ahora hay otras obras en fase de licitación.
Los trabajos, prolongados en el tiempo, se reflejarán en dos escenarios: primeramente, seguirá habiendo tráfico, que se irá reduciendo “para que el centro sea cada vez más peatonal, de forma progresiva y consensuada”.
De ese consenso, precisamente, nace la peatonalización del triángulo que dibujan Héroes de España y General Pareja entre Juan Carlos I y General Marina, que ayer estrenó señalización al haberse restringido el tráfico rodado.
Otro objetivo de futuro para el centro es implantar la zona azul en algunos puntos para facilitar la rotación. En esa zona, dijo Quevedo, “no hay falta de aparcamiento, sino de rotación; hay coches que permanecen aparcados durante días”.
Vivo en pleno centro y siempre, digo siempre tardo 45 minutos en encontrar aparcamiento en mi calle y al final acabo aparcando en los alrededores.
Siempre apoyo el buen cambio y creo qué será una magnífica propuesta si se lleva acabo,
Pero que piensen en los residentes de dicho barrio porque no es normal gastar más gasolina buscando aparcamiento que haciendo cosas.
No sé quién está aconsejando al Consejero, pero en Melilla la peatonalización del centro va a ocasionar la desertificación del mismo y el cierre definitivo de muchos comercios.
Casi ningún melillense vive en el centro, no hay más que acercarse por allí un sábado por la tarde o un domingo o festivo. Entonces, si no se puede aparcar en ningún sitio, terminaremos por no ir. Bueno, a los restaurantes si, pero no a comprar.
En las ciudades que se ha peatonalizado el centro, el resultado es bueno si a los habitantes que quedan se les suma el turismo, que siemore agradece y disfruta poder ir paseando y que indudablemente consume en la hostelería y algo compra en las tiendas chinas de recuerdos.
Pero en Melilla no hay turismo y a los pocos habitantes del centro no se sumará nadie.
Ojalá no se equivoquen nuestros gobernantes, pero lo malo es que si su fracaso es total, no se les podrán pedir responsabilidades y ya se habrán ido para disfrutar de los ahotros que les permiten sus buenos sueldos.
Además de esas manidas y fáciles ideas pseudo-ecologistas, seguramente pronto se les ocurrirá potenciar y subvencionar el coche eléctrico, sin pensar en que para las recargas de los ¿más de 30.000 coches? qué circulan por Melillla, si todos fueran eléctricos necesitaríamos dos, tres, o quizás cuatro ENDESAS contaminantes a tope. ¿O acaso los verdes creen que la generación de electricidad no es contaminante? ¿No saben que en España, con nuestras sequías, la mayor parte de la electricidad es de origen nuclear (anatematizada) y de generación térmica, quemando fuel oil o carbón?
En fin.... Que Dios nos ayude.
Mejor explicado imposible, de acuerdo en todo, la foto es muy ilustrativa, el centro vacío, lo matarán ya no vive casi nadie.
Totalmente de acuerdo han matado el centro.