La Policía ha admitido hoy que existen "muchas dificultades" para que se pueda aplicar el Acuerdo de Readmisión que España y Marruecos tienen firmado para que menores extranjeros no acompañados (MENA) que han pasado de forma irregular a Melilla puedan ser entregados a sus familias en el país de origen.
A preguntas de los periodistas, el jefe superior de Policía de Melilla, Francisco Rodríguez, ha afirmado que desde España se continúa "insistiendo" en este sentido y ya se han abierto "varias líneas" con el país vecino, con el que se están llevando a cabo "negociaciones".
Sobre la forma en la que entran los menas a Melilla, Rodríguez ha explicado que se han detectado casos de familias que han pasado la frontera de Melilla con menores y después los han dejado solos en la ciudad autónoma para que se hagan cargo de ellos los servicios sociales, por lo que mantiene abiertas líneas de investigación en este sentido.
Ha señalado que se han adoptado "todas las medidas" para contrarrestar esa entrada o "dejada de menores" en la ciudad e intentar conseguir una disminución de este modus operandi y ha aclarado que no es un fenómeno nuevo, si bien desde las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado "cada vez se ponen más barreras o más dificultades a estas prácticas".
En este punto, Rodríguez ha explicado que la Policía está tomando "desde hace mucho tiempo" medidas en la frontera para contrarrestar la entrada de menores inmigrantes, hasta el punto de afirmar que por ese punto "es difícil que puedan entrar, salvo que vengan acompañados de algún familiar".
De hecho, ha señalado que se ha producido una tendencia a la baja en la entrada de menores en junio y julio, frente al "repunte importante" que se dio en enero, algo que se ha podido comprobar con "datos objetivos" identificando a los menores de nuevo ingreso que recoge en la calle y lleva a los centros de acogida.
También sigue trabajando la Policía en la recogida de menores extranjeros no acompañados que detecta en la vía pública, ya que todas las patrullas tienen órdenes de llevarlos al centro de acogida de La Purísima a partir de las 22.00 horas para que no pernocten en la calle y estén sujetos a la tutela y las medidas asistenciales y de protección que necesitan.