La Unión Deportiva Melilla tiene grabado a fuego un objetivo que se le resiste desde hace muchos años: ascender a Segunda División. El sueño está ahí, la directiva actual no lo oculta y trabaja para lograrlo. No es fácil, muchos otros también lo anhelan, pero la recompensa es tan grande que merece la pena poner todo en el empeño posible. Llegar al segundo escalón de la élite futbolística sería beneficioso para el club, pero también para Melilla.
Ingresos de televisión, quinielas, patrocinadores, campaña de abonos, visita y gastos de otras aficiones, repercusión mediática… La lista de pros para evidente y aquí vamos a desgranarlos, pero sin olvidar que también hay que cumplir con ciertas exigencias.
Beneficios para el club
El primer punto a favor, el que primero se viene a la mente de todos, es la “golosa” cantidad que acabaría en las cuentas del club azulino por derechos de televisión.
La Liga de Fútbol Profesional, dentro de su página web, en el apartado de Transparencia, recoge el epígrafe “Reparto de los ingresos audiovisuales en cumplimiento con las obligaciones previstas en el Real Decreto Ley 5/2015”, en el que figuran lo que obtuvo cada club de Primera y Segunda por derechos televisivos (http:/ /www.laliga.es /lfp/reparto-ingresos-audiovisuales). En la temporada 2016-2017, por ejemplo, el club de la Liga 123 que más ingresó por derechos de televisión fue el Rayo Vallecano, que se fue hasta los 9 millones de euros. En el extremo opuesto aparece el Reus, que cerró este ranking de ingresos con “solo” 5 millones de euros. Cantidades que irán a más. El pasado 25 de junio se avanzaba un aumento de estos ingresos: “LaLiga incrementa los ingresos nacionales (15%) e internacionales (30%) por derechos audiovisuales”. En la página oficial de la Liga de Fútbol Profesional, dentro del mismo texto, concretaba: “El importe total de estos cuatro lotes para el trienio 2019/2020 a 2021/2022 ha sido de 3.421 millones de euros (una media de 1.140 millones de euros por temporada), lo que supone un incremento de un 15% respecto a los cuatro lotes equivalentes en el trienio anterior (2.978 millones de euros). Además, la Copa del Rey y la 2ª División no están incluidos en los lotes 4, 5 y 7 del próximo trienio (sí lo estaban de alguna manera en el anterior trienio)”. Para añadir al final: “gracias a los ingresos de los clubes por la comercialización de derechos audiovisuales, éstos contarán con grandes jugadores, mejores infraestructuras, etc., para el disfrute de los aficionados”. En resumen, hace dos cursos el equipo que menos recibió fue el Reus y se fue hasta los 5 millones de euros. Los ingresos de LaLiga se han incrementado y toca más a repartir. De manera que, si la UD Melilla logra ese soñado ascenso, en la temporada 2019-2020 percibiría más allá de esos 5 millones y se estima que podría estar en torno a los 7 millones.
Otro capítulo a tener en cuenta a nivel de club son los ingresos ordinarios. El diario La Nueva España, que cubre la información del Real Oviedo en Segunda, hacía el pasado verano un estudio con la estimación de lo que iban a percibir los clubes en dicha categoría. Al hablar de esos ingresos ordinarios señalaba: “Lo forman el dinero que recibe una entidad en virtud de las taquillas, los abonos y los acuerdos de patrocinio y publicidad que alcance, además del reparto de los derechos televisivos. Del primer concepto (taquillas, abonos y patrocinio), los dos equipos que prevén generar más recursos son el Sporting y el Zaragoza que estarán entre los 6 y 7 millones de euros. El Oviedo tiene una previsión de entre 4 y 6 millones, basándose en las cifras ofrecidas en sus cuentas las últimas temporadas”. Haciendo una comparativa, y una estimación a la baja, algún que otro millón de euros llegaría a las necesitadas cuentas unionistas.
Beneficios para la ciudad
Si sale beneficiada la UD Melilla, también lo tiene que hacer la ciudad. Y aquí hay varios capítulos a analizar:
Llegarán más turistas. La Segunda División actual está conformada por clubes históricos, la mayoría de ellos con pasado ilustre en Primera, y que movilizan a muchos aficionados, hinchas que acostumbran a desplazarse en masa y no solo por la Península, como se ha demostrado en los partidos disputados en Mallorca o las Islas Canarias.
Publicidad positiva. La exposición mediática de Melilla será mayor, puesto que los partidos son retransmitidos a nivel nacional y varias cadenas especializadas cuentan con programas dedicados a la División de Plata. El fútbol puede ser un gran atractivo turístico para vender las cualidades de la ciudad. Fútbol más profesional. La UD Melilla pasaría a ser de verdad un club profesional, obligado a fichar jugadores profesionales y, por lo tanto, subiría el nivel de la primera plantilla y del organigrama técnico, cuestión que debería repercutir sobre la base.
Red de transportes. Las conexiones con la Península siempre son punto de discordia para los melillenses, pero el más que probable aumento de visitantes hace pensar que se podrían incluir nuevas promociones o rutas, puesto que las compañías verían un nuevo nicho de mercado a explotar.
Creación de empleo. Parece evidente que las plantillas de hoteles, restaurantes y bares, por ejemplo, deberían incrementarse para atender esa nueva demanda. Y la mayor demanda del sector servicios no llegaría solo por la llegada de hinchas rivales. Todas las ciudades que tienen equipos en Segunda han experimentado un incremento en la clientela de los bares que emiten los partidos de su equipo a domicilio. Incluso los medios de comunicación estarían obligados a contar con más personal ante el incremento de noticias y espacios generados por la categoría. El impacto directo en la economía local está claro: desembolso de los hinchas visitantes en bares, restaurantes, hoteles, comercios, taxis...
Y aquí estamos hablando de ascender a Segunda División, porque subir a Primera ya es otra historia. Se cifra en torno a 20 millones de euros de beneficio para la ciudad. Así lo publicaba el pasado 9 de junio El Norte de Castilla ante el que parecía probable ascenso del Real Valladolid a Primera División, que luego se certificó, y lo hacía en base a estudios de las cámaras de comercio. La Segunda División abre una vía de sueños, pero también de negocios para Melilla.
Requisitos por ascender
No todo son buenas noticias por subir a Segunda División. Hay que cumplir una serie de requisitos. Lo primero es convertir a la UD Melilla en sociedad anónima deportiva, es requisito indispensable y tendría un año para cuajar la conversión. El proceso es laborioso, lo tiene que validar el Consejo Superior de Deportes y luego la entidad dispone de seis meses para suscribir el capital social del club. El Rayo Majadahonda, recién ascendido, se ha puesto manos a la obra y estima que su capital social será de 3,4 millones de euros.
Habría que mejorar el Estadio Álvarez Claro. Uno de los requisitos imprescindibles es la iluminación. Es obligatorio desde la temporada pasada que todos los estadios cuenten con reencendido en caliente, y habría que instalarlo. El césped también pasaría “auditorías”, dos durante la temporada, una antes del inicio de la segunda vuelta y otra una vez concluida la temporada. El verde debe estar perfecto, cosa que ahora no ocurre en Melilla, y debe estar cortado, por ejemplo, a una altura entre 20 y 30 milímetros.
En el apartado de aforo sí se cumple. El mínimo en Segunda es de 6.000 espectadores, pero incluso hay un plazo de 2 años para adaptarse.
También habrá que realizar un desembolso en merchandising, no solo para beneficio del club en cuestión, sino de LaLiga. ¿Y si se desciende a Segunda B? Está el fondo de compensación de descenso LaLiga creó hace dos temporadas el denominado fondo de compensación, que incluso está regulado por el Real Decreto Ley 5/2015 de 30 de abril. El objetivo del mismo es echar una mano a aquellos que caen de Primera a Segunda, pero que también tiene en cuenta a los que desciende a la Segunda B. Lo que viene a regular este Real Decreto es que los clubes de Primera y Segunda deberán ceder un 3,5% de sus ingresos a este fondo para ayudar a los equipos profesionales que pierden la categoría. El 90 por ciento del montante, según publicaba El Economista el pasado mes de mayo, es para compensar a los que se van a la Liga 123, mientras que el 10 por ciento restante es para los que se adentran en el pozo de la Segunda B.
La temporada 2016-2017 el fondo recibió unos 43,6 millones euros y este año será algo más porque han aumentado los ingresos. Se acaba de conocer que el Málaga percibirá por su descenso a segunda 19,3 millones de euros, 13 ingresará el Deportivo y 11 irán a Las Palmas. Vienen a ser, en el cómputo global, unos 6 millones más que el curso pasado.
Por lo tanto, también subirá el fondo de Segunda a Segunda B, aunque todavía no hay cifras oficiales. Sí las hay de la campaña pasada. Los equipos que perdieron la categoría en la temporada 2016-2017 fueron Llagostera, Ponferradina, Albacete y Bilbao Athletic, que percibieron cada uno 1,25 millones de euros.