Alrededor de setenta menores extranjeros no acompañados llegaron el pasado mes a nuestra ciudad. La mayoría de ellos tenía documentación marroquí porque habían conseguido pasar a Melilla acompañados por sus padres, que una vez en nuestra ciudad, los abandonan para que la Administración se haga cargo de ellos. Así lo aseguró ayer el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, que dijo que desde la Ciudad se trabaja para atender a todos los niños que llegan, a pesar de que el número de acogidos siga siendo muy elevado.
Ventura indicó que actualmente en La Purísima, el centro en el que más chicos residen, hay unos 540 menores, aunque dijo que se ha llegado a dar atención a más de 560. El consejero apuntó que la cifra de acogidos es fluctuante porque por un lado están los que llegan por primera vez a la ciudad y por otro los que vivían en la calle y son llevados a las instalaciones por los educadores o la Policía.
El responsable de Bienestar Social reiteró que la mayoría de los que entran ahora tienen documentación en regla. Cabe resaltar en este sentido que esta misma semana la Fiscalía informaba de que había abierto diligencias para investigar este supuesto abandono de menores por parte de sus progenitores en nuestra ciudad. Asimismo, también están realizando pesquisas para esclarecer si existen grupos organizados que facilitan que haya menores que entren a Melilla acompañados de adultos que no son sus familiares, previo pago de una cantidad de dinero.
El consejero de Bienestar Social aseguró ayer que desde su área lo que hacen es dar atención a todos los que llegan e intentar adaptar los centros a la creciente demanda que existe, aunque a veces resulte complicado.
Sobre el funcionamiento del programa de educadores de calle, Ventura señaló que esta misma semana ha mantenido la primera reunión con los 16 trabajadores de este servicio. Apuntó que este primer encuentro ha sido sobre todo de coordinación, para organizar las zonas de distribución. No obstante, señaló que aunque cada pareja de educadores tenga un espacio asignado, en el caso de que sea necesaria la presencia de más personas, éstos se trasladan hasta el lugar, ya que existe una comunicación constante entre ellos.
Asimismo, el consejero explicó que si se detecta alguna situación anómala, como mayores que están impidiendo a los educadores acercarse a los menores (algo que no ha ocurrido por el momento, pero que sí se produjo con el anterior grupo de educadores), esta información se denuncia y si es necesario se pone en conocimiento de la Fiscalía.
Los propios menores fabrican las camas para su centro de acogida en talleres
El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, explicó ayer que los propios menores extranjeros residentes en el centro de La Purísima están encargándose de fabricar las nuevas camas para estas instalaciones. Ventura indicó que lo que se ha hecho es aprovechar los talleres de soldadura que se imparte a estos niños para que construyan estas camas. Consideró que de esta manera por un lado se les enseña una profesión a estos jóvenes y por otro se contribuye a mejorar las instalaciones en las que residen. El responsable del área de Bienestar Social dijo que no es la primera vez que se hace esto. Indicó que cuando se colocaron las literas triples en el centro también fueron los propios chicos los encargados. Hay que recordar que el centro de La Purísima lleva muchos meses acogiendo a un número de chicos muy superior al de la capacidad idónea de las instalaciones. Esta falta de espacio ha provocado que haya que utilizar zonas comunes como dormitorios y que hubiera falta de camas. De hecho, incluso la Comandancia General de Melilla (Comgemel) cedió camas al centro para ayudar a mejorar la situación.
Alguna vez vais a dejar de ser correos de transmisión y preguntarse, y decir, por qué los niños huyen del centro y sus "protectores". Todo lo demás es confundir y alejarse de la solución.