El programa define a la ciudad como la “sorpresa modernista del norte de África”
‘Melilla, sorpresa modernista en el norte de África’. Así titula la cadena pública cultural europea Arte TV un reportaje sobre nuestra ciudad en el que se hace un repaso por los edificios más emblemáticos.
En este programa, en el que también aparecen reportajes sobre Arizona y Zanzíbar, se explica que la historia monumental de esta ciudad autónoma española gira en torno a “suntuosos edificios, joyas del arte modernista”. “Melilla es única en el mundo, tanto por la belleza como por el estilo de sus edificios. Es muy difícil encontrar una ciudad con tantos edificios modernistas, tan distintos y que estén todos consecutivos”, indica en el programa Antonio Bravo, cronista oficial de la ciudad.
El reportaje, en francés, también hace un breve repaso por la historia de Melilla. “El estilo sirve para diferenciar la identidad de una ciudad, que aspiraba a ser moderna, europea y cosmopolita, frente al Marruecos rural que rodea a Melilla.Cumple una función simbólica, como la única gran ciudad en un radio de 200 kilómetros a la redonda”, añade Bravo.
Una nueva ciudad
A principios del siglo XX, Melilla conoce un desarrollo económico “sin precedentes”, gracias sobre todo a la explotación de minas de hierro situadas en el Gurugú. Esto originó que se construyera una ciudad nueva: primero se creó el Parque Hernández y en sus inmediaciones surgen manzanas perpendiculares, que, según el también director de la Uned de Melilla, recuerdan levemente al Ensanche de Barcelona.
En el reportaje se destaca la ormamentalidad floral de las fachadas modernistas del centro de la ciudad, que son obra del arquitecto Enrique Nieto, que había colaborado con Antonio Gaudí y cuya imaginación va dotando a Melilla de nuevos edificios en las primeras décadas del siglo.
Bravo muestra una calle típica del centro, en la que conviven edificios de todo tipo: aerodinámicos, modernistas, árabes, aunque destaca sobre todo la “densidad modernista” de nuestra ciudad. “Melilla es una ciudad para pasear, para ver”, recalca.
Restauración
En el reportaje también aparece el despacho del abogado Blas Jesús Imbroda, del que su propietario se siente muy orgulloso, alabando el “gusto” tanto de los arquitectos como de los dueños. Relata que estuvo años ahorrando porque su sueño era tener un espacio de estas características, algo que logró en 1997, aunque hubo que restaurarlo porque estaban muy deteriorados algunos elementos.
La pieza televisiva se detiene también en el Hospital de la Cruz Roja, restaurado por la Ciudad hace diez años. El consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, responsable del proyecto, destaca que los volúmenes de este edificio son muy interesantes tanto en el interior como en el exterior y subraya el dinámico efecto que producen las diferentes estructuras, junto a las ventanas. Fue construido en los primeros años del siglo XX, pero la Guerra del Rif hizo que nunca se abriera como tal. Así, se transformó en un hospital de guerra.
Arrugas con dignidad
Por su parte, el artista Carlos Baeza detalla en el reportaje que nació enfrente de la Mezquita Central y recuerda que se le quedó grabado este ambiente, cuando se asomaba de niño por la ventana. Pero entre todos los edificios modernistas, él se decanta por aquellos que aún no se han restaurado. “Me gusta lo que no le gusta al gran público”, explica, refiriéndose al “modernismo pobre”. “Lucen las arrugas del edificio con dignidad”, cuenta. No obstante, advierte de queMelilla tiene un patrimonio que puede desaparecer porque se ha dejado llegar hasta un estado ruinoso a muchos edificios que difícilmente se podrán recuperar.
Carlos Baeza ha reflejado el modernismo en su pintura y fotografía y ha decorado también la plaza Menéndez Pelayo. El programa también viaja con este artista hasta el interior de La Cervecería, en el que se han conservado algunos elementos como las baldosas hidráulicas y se han incorporado nuevos. El resultado es “un cóctel modernista”. Como Melilla.