-
El balance de la dirección saliente es positivo y remarca las posibilidades de crecimiento de Melilla
El próximo 1 de febrero, Iván Grande tomará el testigo a Joaquín Rodríguez y ocupará el cargo de director del aeropuerto de Melilla. El principal reto al que se enfrenta el nuevo responsable del aeródromo local es “retomar rutas que habíamos perdido” con la península y “seguir con la mejora de la calidad de las infraestructuras y procesos aeroportuarios y de la atención del pasajero”. Así lo anunció ayer el director entrante tras un breve encuentro con el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, en el Palacio de la Asamblea.
Este encuentro se enmarcó como el acto oficial de presentación y relevo del responsable saliente, Joaquín Rodríguez, que también acudió a la cita con el presidente. Rodríguez realizó un balance positivo tras haber pasado los últimos cuatro años y medio al frente del aeropuerto de Melilla y remarcó las posibilidades de crecimiento de esta infraestructura local, tanto en el número de pasajeros como en el de vuelos.
Gran responsabilidad
Iván Grande es ingeniero industrial e ingeniero técnico aeronáutico, natural de Madrid, que ha venido ejerciendo en los últimos cuatro años y medio como jefe de la Sección Técnica Operativa de nuestro aeropuerto. En declaraciones a los medios de comunicación, se mostró muy alegre de asumir esta “gran responsabilidad” a la que pondrá “mucho esfuerzo e ilusión”.
Gran realtó algunos logros obtenidos por su predecesor como la certificación de la agencia de seguridad europea y la mejora en capacidad y recursos del aeropuerto, elementos que espera impulsar y mejorar durante su próximo mandato. “Lo haré lo mejor posible”, prometió.
Balance positivo
Joaquín Rodríguez, el director saliente, llegó a la ciudad de Melilla en enero de 2012 y ocupó primero, y hasta noviembre del mismo año, el cargo de jefe de Mantenimiento del aeropuerto de nuestra población para, posteriormente, ejercer como jefe de la Sección Técnica Operativa. En junio de 2013, fue nombrado director de esta infraestructura melillense, cargo que abandonará la semana que viene.
Rodríguez señaló que durante su mandato como director del aeropuerto de Melilla trabajó en dos aspectos muy importantes, como lo son la calidad en el servicio a los pasajeros y líneas operadoras, y la seguridad operacional gracias a la cual se consiguió la certificación de seguridad europea. “El balance es muy positivo. Hemos ayudado a que Melilla cuente con una infraestructura más moderna y de calidad”, apuntó.
El hasta ahora responsable del aeropuerto también señaló que el plan director, que establece las actuaciones a desarrollar a medio y largo plazo en un periodo de 15 años, tiene en cuenta la posibilidad de crecimiento de la infraestructura. Así, durante el 2017, el aeropuerto acogió el paso de 324.000 pasajeros, aunque Rodríguez reconoció que a día de hoy tiene capacidad para afrontar hasta 500.000 viajeros.
Por otro lado, señaló que los aviones regionales que aterrizan en Melilla tienen un margen de maniobra adecuado, al contar con un 65% de ocupación media. Además, indicó que actualmente puede operar de noche para lo que sólo es necesario el requerimiento de las compañías.