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Así llamó Said Touzani, el marido de la embarazada que falleció en mayo, al bebé que también murió
Para el Hospital Comarcal, el bebé de Dina, la embarazada que falleció en mayo, y de su marido Said Touzani, nació y murió a los pocos minutos sin que los sanitarios pudieran hacer nada por salvar su vida. Su padre tardó un mes en poder enterrar a su niña, a la que llamó Islam. Desde entonces camina con una gran pena y pesar. Perdió a su mujer y a su bebé un 12 de mayo y con ellas sus esperanzas. Ya no le quedan lágrimas, pero quiere que recordemos el nombre de su bebé. Cinco letras que tiene grabadas en el alma y el corazón.
Touzani tiene una fuerte depresión porque no termina de entender por qué las dos se tuvieron que marchar tan pronto. Antes de que murieran, estaba buscando trabajo, pero ahora no tiene fuerzas para salir a la calle. Desde mayo está en tratamiento psicológico.
Además de su situación emocional, tiene un problema añadido. Cuando se casó con Dina solicitó la residencia en Melilla, pero aún estando ella viva se la denegaron.
El abogado de Touzani, José Ignacio Gavilán, aseveró a El Faro que en esos meses este hombre cumplía perfectamente con todos los requisitos para que le hubieran concedido la residencia y afirmó que no entendía por qué se la denegaron en ese momento.
Gavilán comentó que es otra letrada quien lleva el tema de la residencia de Touzani. No obstante, indicó que se puso un recurso de alzada ante la Administración central. Hace un par de semanas recibieron una nueva respuesta: rechazaban dar la residencia a este hombre.
El abogado aseveró que esto denota “una falta de sensibilidad” por parte de la Delegación del Gobierno. Subrayó que “la Administración sabe cuáles son las circunstancias de Touzani y no ha hecho nada por echarle una mano”
Gavilán subrayó que es posible que este hombre perdiera a su mujer y a su hija por una mala praxis de una institución pública y que eso está afectando no sólo a su vida personal, sino también a la profesional y económica.
De ahí que este letrado considere que la Delegación del Gobierno podría haber concedido la residencia a Touzani, porque realmente cumplía con los requisitos, y quitarle al menos este problema de encima.
Las claves
12
De mayo. El viernes 12 de mayo Dina, una melillense de 34 años embarazada de seis meses, moría en el Hospital Comarcal. Su bebé fallecía también a los pocos minutos de nacer, según informó la familia.
Dolores
Durante la noche. Esta embarazada acudió en la noche del jueves 11 de mayo a urgencias porque le dolía la barriga. Fue atendida en Urgencias y luego, remitida a Ginecología para que la examinara. Según sus familiares, le pusieron un calmante y la enviaron a casa. Pero con el paso de las horas el dolor de Dina fue a peor. En la mañana, llamaron a una ambulancia para que trasladara a esta mujer al hospital. Sin embargo, el marido explicó que los sanitarios tardaron mucho tiempo en tomar la decisión de llevarla al Comarcal. Aseveró que no fue hasta que tuvo convulsiones cuando los sanitarios la llevaron al hospital. Fueron directamente al quirófano y le practicaron una cesárea, pero los sanitarios no pudieron ni salvar a la madre ni al bebé.
Denuncia
En los juzgados. El marido de Dina, Said Touzani, fue el único que presentó una denuncia en los juzgados. La madre de esta melillense no quiso alargar más situación y no consintió que los hermanos presentaran otra denuncia en los juzgados porque creía que no les iba a ayudar a superar esta muerte. De hecho, una hermana de la fallecida, Ouarda Mohamedi, aseguró a El Faro que todos se sentían responsables de la muerte de Dina. Aseveró que todos eran conscientes de que tenía un embarazo de riesgo, ya que era diabética y tenía la tensión muy alta. Subrayó que la familia lamentó no haber impedido ese embarazo y así evitar su fallecimiento.