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La ONG trabaja tanto la prevención como el tratamiento por un consumo abusivo o adicciones
Hay colectivos especialmente vulnerables a iniciarse en el consumo de drogas. Uno de ellos es el de los menores extranjeros no acompañados. Para trabajar en la prevención o para tratar un uso abusivo o una adicción, Proyecto Hombre ha atendido de enero a junio a 40 jóvenes que residen en el centro de La Purísima. La tendencia de 2016 se mantiene dado que durante todo el pasado año se trató a 80 chavales.
La ONG trabaja en general la prevención y el consumo de drogas con jóvenes de 14 a 21 años y con los menores procedentes de La Purísima ha formado un grupo especial, explicó a El Faro Mari Ángeles Gallardo, psicóloga coordinadora de Proyecto Hombre en Melilla.
Talleres de alfabetización
Este programa con menores extranjeros se subdivide además en otros tres subgrupos: uno para los que no hablan nada de castellano, con los que, además de trabajar para prevenir el consumo de drogas o para tratarlo si este ya se está produciendo, se lleva a cabo un taller de alfabetización; otro para los que tienen un nivel intermedio del idioma; y un tercero para los que pueden desenvolverse en español.
En un principio, se había planificado llevar el programa de Proyecto Hombre a La Purísima aunque finalmente solo se han desarrollado allí charlas puntuales sobre drogas porque en el centro prefieren que los jóvenes salgan a otros lugares y puedan socializarse, detalló Gallardo.
Las campañas de Proyecto Hombre con menores se dirigen hacia dos tipos de jóvenes. Por un lado, en los programas de prevención universal trabajan por precaución con colectivos que no se han iniciado en el consumo pero pueden ser más vulnerables.
En segundo lugar, a través de los planes de prevención indicada se trata a chavales en los que ya hay un uso abusivo de drogas o una adicción y presentan conductas problemáticas. Con ellos se organizan grupos de terapia, se les da información sobre las consecuencias de consumir drogas y se trabajan también actividades de ocio y tiempo libre.
La psicóloga de Proyecto Hombre concretó que los menores de La Purísima consumen sobre todo porros y pastillas. Por otro lado, los menores que viven en la calle tienen más dependencia a sustancias volátiles como el pegamento. Gallardo lamenta que con estos chavales es más difícil trabajar porque hay más dificultades para localizarlos.
“Ha habido un repunte de jóvenes que esnifan pegamento pero porque hay más chavales que están en la calle”, aseguró.
La coordinadora de Proyecto Hombre indicó que los menores mejoran mucho y, en los mejores casos, es gratificante ver que algunos de los jóvenes que han pasado por este colectivo han realizado después, por ejemplo, cursos de hostelería para formarse.
Prevención en colegios
Además, la ONG también va a iniciar en octubre una campaña de prevención en los colegios dirigida a 5º y 6º de Primaria. Proyecto Hombre explicó que todavía se está cerrando el programa y aún no saben cuántos centros participarán.
Además y dentro del programa Juego de llaves, los institutos también acogerán un programa de prevención centrado en los estudiantes de 1º a 4º de Secundaria. Para Gallardo, lo más novedoso de este plan que se desarrolló el año pasado por primera vez como experiencia piloto y que forma parte de una campaña a nivel nacional, es que tiene una parte presencial y otra online, con la que Proyecto Hombre pretende acercarse mejor a los jóvenes a través de las nuevas tecnologías.
La ONG llegó en 2016 a siete colegios y cinco institutos de Melilla y el colectivo desea que este año se animen más.