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El escritor Pedro Ugarte repasa las herramientas de trabajo que ha empleado como autor
El talento para cualquier actividad no puede ser enseñado, ni aprendido. Pero las herramientas que se emplean a la hora de desarrollarla pueden ser determinantes. Ese es el mensaje que el escritor Pedro Ugarte trasladó ayer en su conferencia ‘El instrumental de un escritor. Un breve recorrido por el utillaje de un mecánico que trabaja con palabra’. “La posibilidad de aumentar tus energías literarias son mayores con un ordenador”, aseguró. Fue la tercera charla de la sexta edición de las Jornadas Culturales del Club Marítimo.
Según el escritor Pedro Ugarte para obtener un texto fluido, dinámico y significativo no será lo mismo emplear un papel y bolígrafo, una máquina de escribir o un ordenador. “La gente de mi generación ha tenido un salto muy curioso. Hemos pasado de la escritura física a la escritura electrónica”, apuntó. No obstante, destacó que el ordenador ha facilitado y enriquecido mucho el trabajo de los autores. “Hoy en día, al mismo nivel de talento una persona podrá escribir mejor que antes. La posibilidad de aumentar tus energías literarias son mayores con un ordenador”, apuntó.
Reconoció que no le gustaba trabajar con una máquina de escribir, pero que en el plano estético, jamás se podrá comparar con un ordenador. Ugarte explicó que, a pesar de que el este aparato se ha convertido en su mayor aliado para la creación de sus obras, le sigue gustando imprimir las notas para poder repasarlas en papel.
Hoy, el autor estará a partir de las 19:30 horas en la Biblioteca Municipal para presentar su libro ‘Nuestra historia’.
Perfil
Pedro Ugarte trabaja como responsable de Comunicación de la Universidad del País Vasco. Colabora con Radio Euskadi y es columnista de opinión en la edición para el País Vasco del periódico El País. Ha obtenido varios premios literarios. Ha sido finalista del Premio Herralde de Novela 1996 y es autor de poemas, ensayos, relatos cortos y novelas. Entre éstas destacan ‘Los cuerpos de las nadadoras’, ‘Una ciudad del norte’ o ‘Pactos secretos’.