El primer debate que celebra Televisión Melilla en una campaña electoral, desde que los 'cara a cara' en la parrilla de la cadena local desaparecieran tras los comicios de 1996, terminó siendo una oportunidad perdida, por el abierto desapego del discurso de ambos a la realidad local. Por mucho que se aprecie el esfuerzo de Gloria Rojas por ponerse al día en una tarea para la que no esconde su bisoñez y en la que su energía y vitalidad constituyen su principal capital, lo cierto es que su ánimo voraz por ofrecernos un aluvión de cifras, como mejor argumento con el que convencernos de que el PSOE “se preocupa y tiene mucho interés” en Melilla, acabó convertido en una espiral de datos que, lejos de atraer, posiblemente mareó y no caló en el telespectador.
Por su parte, el popular Antonio Gutiérrez demostró que ayer, sin duda, no era su mejor día. Estuvo espeso y pastoso, poco directo y nada animado a llevar al terreno local ámbitos de gestión que, en Melilla, sí forman parte de la política nacional, porque como todos sabemos ni la sanidad pública ni la educación son, a diferencia de lo que ocurre en las comunidades autónomas, competencias que gestione nuestra Ciudad Autónoma.
Sanidad y educación dependen directamente de lo respectivos ministerios, de modo que aquí, en Melilla, y de igual manera en Ceuta, sí es preciso detallar qué harían ambos partidos de llegar al Gobierno central, más allá de las líneas de inspiración de la política nacional del PP para los dos ámbitos de gestión.
A pesar de ello, Gutiérrez se afanó en eludir un debate que, dijo, no debía ser local, cuando perfectamente sabe -y su propia actuación parlamentaria así lo ha demostrado-, que en sanidad y educación no tenemos otra opción que reclamar y pedir al Gobierno central de turno.
Me sorprendió por ello que ante la lluvia de cifras de Gloria Rojas por demostrar cuánto ha invertido el Gobierno Zapatero en la sanidad melillense, Gutiérrez no le espetara lo que sucede en nuestro Hospital, lo que ocurre especialmente en Urgencias y Obstetricia; lo que concluye el reciente Informe de la Profesión Médica y que avala el Colegio de Médicos melillense, respecto al privilegiado lugar que penosamente ocupamos en el ranking de regiones con menor número de médicos por habitante.
Me pregunto cómo Gutiérrez no dijo tampoco que tanta supuesta inversión extra en asistencia sanitaria, más que para cubrir vacantes de especialistas, ha servido para constituir el mayor cuadro directivo de la historia de la sanidad pública en Melilla.
En lo tocante a Ley de Dependencia, otro tanto de lo mismo. Mientras Rojas afirmaba que Melilla está a la cabeza en los beneficios que ha reportado la nueva normativa, Gutiérrez callaba que aquí ha permitido solapar y duplicar los servicios de las administraciones, con el principal fin de robarle terreno a la Ciudad Autónoma. Y todo ello, en beneficio de una gestión directa por parte del IMSERSO que, de paso, ha permitido 'enchufar' a afines de los socialistas, cuando no hijos de altos dirigentes del mismo partido. No me malinterpreten, no pongo en duda la preparación o titulación de los 'afines' contratados para las nueva atención integral domiciliaria que presta el IMSERSO en esta ciudad con cargo a la misma Ley de Dependencia. Sencillamente no deja de resultar ilustrativo que quienes tanto acusan de enchufismo al PP y Gobierno local, eviten a la primera de cambio la concurrencia en igualdad de oportunidades cuando se crean nuevos empleos en Melilla.
Y lo anterior también, sin menospreciar que la nueva ayuda domiciliaria ya se prestaba y de hecho se sigue prestando por parte de la Ciudad Autónoma, con carácter supletorio antes y después de que se aprobara la nueva Ley de Dependencia. De hecho, sólo gracias al centro de acogida inmediata de la Consejería de Bienestar Social se resuelve el problema de atención inmediata a los ancianos sin techo, a los que, de otro modo, no les quedaría más opción que el albergue de San Vicente de Paúl, apoyado parcialmente en fondos públicos pero fruto, no lo olvidemos, de la caridad y voluntariado cristiano de esta ciudad.
No olvidemos tampoco que la Ciudad Autónoma, por ley, no tiene competencias en mayores y que aún así, y a pesar de la nueva Ley de Dependencia, debe seguir prestando servicios para cubrir lo que la Administración central (el IMSERSO), competente en exclusiva en dicho ámbito, sigue sin atender como es debido.
He de decir, en todo caso, que el IMSERSO en términos generales trabaja bastante bien en Melilla, pero que igualmente es un área que los socialistas mantienen como un pequeño 'cortijito', a pesar del convenio de cogestión con la Ciudad y que, de aplicarse, ya tendría que haber dado más protagonismo a la Administración local. Pero, claro, los mayores son una auténtica tentación para el clientelismo político y de esto saben mucho los dos partidos nacionales.
En suma y porque tengo que acabar: debate demasiado supersónico y con demasiadas cifras pero, sobre todo, y esto es lo más importante, con mucho desapego de la realidad, de lo que en verdad preocupa y comentan los melillenses cuando hablamos de sanidad, educación, paro o servicios sociales.
Para mí, ni Rojas ni Gutiérrez ganaron, ambos perdieron una oportunidad de trasmitir un mensaje que sirviera para acercar más la política a lo melillenses y, sobre todo, para implicarlos más en estas elecciones. No obstante, aplaudo que se haya celebrado el debate y que ambos se haya prestado a llevarlo a cabo. Hacen falta más 'cara a cara' en la política local, por sistema y sin necesidad de que estemos en campaña electoral.