Está fuera de cualquier duda, al menos para amplios sectores sociales, la importancia que la educación tiene, tanto desde la perspectiva de lo individual como de lo colectivo, para el futuro de una sociedad que requiere toda nuestra atención y que demanda solución a sus múltiples problemas. Estando generalizado este convencimiento, y contando con el interés con que muchos padres muestran al respecto, no es menos cierto que hay que revisar la forma en cómo abordamos cualquier factor o circunstancia que pueda afectar a todo lo que se relaciona con la educación. Siendo importantes todos los factores que influyen en ella, hay que destacar, como clave de todo el proceso educativo, al profesorado. El profesorado no es un elemento acumulativo más, es el elemento fundamental que conforma su estructura, quien en definitiva da vida al proyecto.
Las máquinas no tienen sentimientos humanos ni se dan función a sí mismas; responden a un programa diseñado, generalmente, por personas ajenas al grupo de alumnado sobre el que se aplica. No se trata de desestimar la función de la máquina que puede ser de gran utilidad, sino de resaltar la diferencia y el papel que juega , en relación al profesorado, respecto de los alumnos. Sin duda, puede aportar una excelente y amplia información, incidiendo de manera determinante en la adquisición de conocimientos referidos a cualquiera de las materias, objeto de estudio en cada caso. Su uso, como el de otros medios, ya sean: soporte gráfico y tecnológico, libros, cuadernos, juegos didácticos, etc, etc, siempre puede resultar positivo para la enseñanza
Dicho esto, hay que resaltar que el papel que juega el profesorado, traspasa y supera en importancia a todos y cada uno de los distintos medios en que puede apoyarse la acción educativa. Al profesorado se le exige todo: paciencia, profesionalidad, atención permanente, contención, saber, amabilidad, comprensión, capacidad educativa, auxilio, respeto, solidaridad, cumplimiento de infinidad de decretos, normas y circulares, y cualquier otra exigencia que se le quiera añadir. En su quehacer, ha de transmitir al alumnado los valores de la constitución, la igualdad, el respeto a los demás, respeto al medio ambiente, rechazo de la violencia de género, respeto a la diversidad, la no competitividad, y un largo etcétera.
Dado que el profesorado tiene la ineludible obligación de inculcar en sus alumnos el respeto a la constitución, recordemos algunos de estos artículos:
Art 18 .1 .- Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar, y a la propia imagen.
Art 138 2 .- Las diferencias entre los Estatutos de las distintas Comunidades Autonómicas no podrán implicar , en ningún caso, privilegios económicos o sociales.
Art 139.- Todos los españoles tienen los mismos derechos y obligaciones en cualquier parte del Territorio del Estado. De acuerdo con los artículos enunciados puede decirse que:
- La imagen del profesorado hace tiempo que la administración no le da la consideración debida.
- Hay diferencias económicas y sociales en las distintas Comunidades Autonómicas.
- Los españoles no tienen los mismos derechos y obligaciones en todos los territorios del Estado. Se insta al profesorado a defender los principios constitucionales, y hay artículos que no se cumplen. Las palabras del profesorado quedan traspuestas, porque la realidad de los hechos no concuerda con algún articulado de la Constitución. No es correcto, no se puede enseñar a los alumnos cosas que después no son ciertas.