No deja de resultar curiosa la propuesta última de Dionisio Muñoz para que la Ciudad aporte al Ministerio de Fomento el dinero que ha adjudicado al convenio de publicidad en aeronaves, con el fin de que dicha aportación nos asegure el mantenimiento del descuento por residente en el enlace directo con Madrid. Dice Muñoz que el PSOE local apuesta por mantener ese descuento por residente en enlace con la capital pero que es la línea estratégica con Málaga la que acumula el 85% del tráfico aéreo de pasajeros, por lo que debe ser ésta la que concentre “los esfuerzos” del Estado a fin de que los billetes en la misma línea se abaraten hasta un precio único de 30 euros.
El socialista juega por tanto con la incógnita sobre qué va a pasar con el resto de nuestros actuales enlaces aéreos, sobre todo si se tiene en cuenta que la propuesta que PSOE y CpM hacen suya parece coincidir por completo con la oferta que hizo el Ministerio de Fomento cuando propuso, a modo de solución a la extrema carestía de los precios de los billetes de avión, que todo el dinero que emplea el Estado en subvencionar el 50% del coste de los mismos, se destine exclusivamente al enlace con Málaga, a fin de poder asegurar una rebaja en el precio de los pasajes hasta la referida cuantía de 30 euros.
Verdaderamente no se entiende qué hay de nuevo en la reunión que el cepemista Mustafa Aberchán y el socialista Dionisio Muñoz mantuvieron con el ministro Blanco el jueves 30 de septiembre, si de la misma no salió nada en claro, más que la posible aprobación de una medida que la Ciudad Autónoma no admitió a causa de su más que posible deriva en una menor conectividad de nuestra ciudad con el resto de España y la más que posible desaparición del conjunto de enlaces aéreos con nuestra ciudad, salvo el caso concreto de la línea con Málaga.
Es decir, que no se necesitaban alforjas para ese viaje, porque, que se sepa, la propuesta que han traído a Melilla Aberchán y Muñoz tras su reunión con el ministro José Blanco no es distinta a la que ya conocíamos y que no convencía por las razones apuntadas.
Estamos justamente en el mismo punto del debate que a finales de diciembre pasado, cuando llegados a este extremo tras la propuesta del Ministerio, las conversaciones en la Comisión Bilateral creada por el propio José Blanco para tratar con el Gobierno local las posibles soluciones al problema de la carestía de nuestro transporte aéreo, entraron en stand by sin que, desde entonces, la Ciudad haya sido convocada a ninguna otra reunión para abordar el mismo asunto.
La reunión particular y extemporánea, con claros tintes electorales, del ministro Blanco con los dirigentes de la coalición PSOE-CpM, pone en evidencia una clara falta de lealtad en las relaciones institucionales, al puentear e ignorar a la Ciudad Autónoma en beneficio de unos mensajes confusos. De hecho, tampoco se sabe con claridad qué se nos ofrece, si lo que ya se nos dijo, es decir, emplear de forma exclusiva en la línea con Málaga el dinero estatal que ya se destina a abaratar el coste del transporte aéreo o, por el contrario, aumentar esa partida para que el enlace con la capital malacitana cueste menos al pasajero pero sin dejar de subvencionar por ello, al 50%, el coste del billete en las líneas con Madrid, Granada y Almería.
Precisamente es eso lo que queremos, que el Estado se comprometa más y ponga más dinero para que nuestro avión, que a la postre es junto al barco como nuestra carretera, no resulte un medio de transporte tan caro para nuestros bolsillos y totalmente prohibitivo en la mayoría de los casos para los foráneos que no pueden beneficiarse de la subvención del 50%.
Invocar como hace Muñoz a la Ciudad Autónoma para que colabore en esos costes es igualmente extemporáneo porque el Gobierno local, antes incluso de que esa Comisión Bilateral dejara de reunirse, ya se ofreció a cooperar económicamente en un nuevo sistema que permitiera rebajar el precio de los billetes. Ahora bien, de qué cuantía estamos hablando. ¿Se trata de eximir al Estado de una mayor aportación en detrimento exclusivo de nuestras arcas locales? Si es así, los socialistas deberían decirlo abiertamente y quedaría de manifiesto que las promesas del ministro Blanco durante su viaje a Melilla en septiembre de 2009, así como la de los dirigentes de CpM y PSOE, no son más que la escenificación de un engaño, porque nada necesitamos de nuevo por parte del Estado si en materia de transporte aéreo va a seguir aportando el mismo dinero que ya viene destinando para que el precio de los pasajes de avión no nos resulten del todo prohibitivos.
El tufo de este asunto no es otro que el electoral, con el ánimo añadido de acusar al Gobierno Imbroda de favorecer a una empresa privada, Air Nostrum, en detrimento del interés general de los melillenses.
Si de verdad se quisieran aparcar los electoralismos en este asunto, la reunión de Aberchán y Muñoz con el ministro Blanco, puenteando a la Ciudad Autónoma, visto lo visto en cuanto a resultados, sencillamente no tendría nunca que haberse producido.