El coronel jefe de la Guardia Civil de Melilla, Antonio Sierras Sánchez, asegura que la mujer asesinada ayer vino a la ciudad a presentar a su hijo a la familia del hombre que acabó con su vida. Destaca que de esta forma la mujer rompió la orden de alejamiento y el protocolo de protección.
Sierras Sánchez confirma que el presunto asesino tenía una orden de expulsión y que estaba expulsado. Sin embargo, pudo entrar a Melilla valiéndose de la "permeabilidad lógica" que existe en las fronteras de Ceuta y Melilla con los residentes en las zonas limítrofes marroquíes, un condicionante que "es lo que permite desgraciadamente estas entradas".
"Evidentemente, nunca hubiera pasado a la península" y "nunca hubiera llegado a Oviedo, que es donde ella residía", ha asegurado el coronel para señalar que el nivel de protección que tenía la víctima era bajo en estos momentos, si bien fue alto mientras su presunto maltratador estaba en la península.
"Si la víctima se acerca a su maltratador, mal vamos", ha señalado Sierras tras apuntar que con la decisión de viajar a Melilla para presentar al niño a la familia de su asesino, "se rompe cualquier orden de alejamiento y se rompe cualquier protocolo de protección de la víctima".