Aseguran que es casi imposible dormir por la noche y dicen que los trayectos en el barrio se eternizan por las colas.
Los vecinos de El Real están “hartos” de las colas de la OPE (Operación Paso del Estrecho). Daniel Reyes, miembro de la asociación de este barrio, aseguró en declaraciones a El Faro que, tal y como esperaban, la situación está siendo insoportable otro año más. “No nos hacen caso. Prometieron que iban a intentar buscar soluciones, pero no han hecho nada”, lamentó. Alrededor de mil personas están afectadas por esta situación. A los atascos que se producen durante el día se une el ruido nocturno que hace casi imposible descansar a los residentes en la zona.
Gutiérrez aseguró que tanto el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, como el consejero de Seguridad Ciudadana, Isidoro González, dijeron que iba a usarse parte de la circunvalación durante la OPE. Sin embargo, finalmente no se ha hecho. “Es frustrante que no nos hagan caso”, apostilló.
El vecino recalcó, además, que el desvío por General Villalba es “antinatural”. Apuntó que lo lógico sería que los vehículos continuaran por General Astilleros hasta el paso fronterizo, habilitando algún espacio para que pudieran parar. Sin embargo, no es así.
“Las colas llegan hasta la calle de la Legión. Desde el viernes la situación es inaguantable”, reiteró Reyes. Además, el vecino señaló que en caso de que se produjera algún incidente sería muy complicado que una ambulancia o un coche de Policía llegaran hasta el lugar de los hechos. “No sólo es molesto, también inseguro”, apostilló.
Apuntó que durante el día es imposible coger el coche para realizar desplazamientos porque en un trayecto de cinco minutos se tarda media hora. Además, por la noche el ruido que hacen los pasajeros desesperados por las esperas para pasar a Marruecos se hace insoportable. “Entendemos que ellos han hecho un viaje muy largo y vienen cansados. Pero nosotros también estamos hartos de aguantar esto un año tras otro. Tienen que buscar una solución ya”.
Mientras ese remedio llega, la rabia y la resignación se mezclan en la cabeza de los cientos de melillenses que ven que este verano el ruido y los atascos volverán a ser los protagonistas en su día a día. Lametan quee poco o nada han servido ni sus manifestaciones ni sus advertencias de que si no se buscaban alternativas la situación se repetiría una vez má