Los ciudadanos del siglo XVIII estuvieron tres meses con pocos alimentos y agua hasta la llegada del mariscal Sherlock y sus tropas
Melilla recordó ayer a los ciudadanos que resistieron el asedio del sultán Muley Mohamed en 1775. El pueblo consiguió aguantar tres meses sin alimentos y sin agua. Los melillenses demostraron una gran fuerza y consiguieron esperar a la llegada de las tropas del mariscal Sherlock, que consiguió el levantamiento del sitio un 19 de marzo de 1775.
Miembros del Gobierno local, diputados y un gran número de ciudadanos asistieron ayer a este acto en conmemoración de esta fecha tan importante para la ciudad de Melilla porque esa resistencia de los melillenses del siglo XVIII permitió que esta tierra siguiera siendo española.
El acto de homenaje
Como ya es tradición, la iglesia de La Purísima acogió una eucaristía en la que no sólo se hizo referencia a aquellos hombres que liberaron a la ciudad, sino también a la figura de San José, ya que ayer se celebraba su festividad y el Día del Padre.
Tras esta misa, las autoridades realizaron un paseo por El Pueblo hasta llegar al monolito que se instaló en la Cuesta de la Florentina en recuerdo del mariscal Sherlock. En este lugar, se realizó la ofrenda de una corona de laurel por parte del presidente accidental, Manuel Ángel Quevedo, la secretaria de la Delegación del Gobierno, María José Gómez, y el comandante General de Melilla, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu.
Ausencia de CpM
Por su parte, Quevedo aseguró que “gracias al esfuerzo y la resistencia de los melillenses del siglo XVIII y a la intervención del mariscal Sherlock, Melilla sigue siendo una ciudad española”.
No asistieron a este acto miembros de Coalición por Melilla, que siempre han rechazado asistir, y del PSOE, pues estaba previsto que acudiera la diputada Lamia Mohamed Kaddur, pero al final no pudo estar por un tema personal.
Figura de San José
El vicario episcopal, Roberto Rojo, que dirigió la eucaristía, resaltó la figura de San José. Lo definió como un hombre humilde, prudente, temeroso de Dios, que fue fiel a las peticiones del Señor.
También defendió la celebración de la Semana Santa a pesar de que sea una tradición que se quiera eliminar en algunas ciudades por parte de algunas autoridades. Afirmó que nadie podrá quitar esta celebración porque es fruto de la fe y del sentimiento de Dios.