El asistente social, G.B.R., contra el que la Fiscalía tiene abierta una investigación por una falta “muy grave”, cometió presuntamente malos tratos contra refugiados.
Un trabajador del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) está suspendido de empleo y sueldo y siendo investigado por la Fiscalía provincial por cometer, presuntamente, acoso sexual y malos tratos contra residentes de estas instalaciones. Según apuntaron fuentes del Ministerio de Empleo y Seguridad Social a El Faro, este empleado fue retirado de su puesto de trabajo el pasado 11 de noviembre, tras abrirse una investigación que llevaron a cabo técnicos venidos de Madrid.
Los hechos de los que se acusa a este empleado de la Administración estatal, que responde a las siglas G.R.B. y habría colaborado o trabajado con Cruz Roja antes o durante la ocupación de su puesto en el CETI, son “graves” y “muy graves”. De hecho, se le culpa de dos supuestas faltas, la primera será tratada de forma interna por parte del Ministerio, mientras que la segunda corresponde a la investigación que mantiene abierta la Fiscalía. Además, mientras las pesquisas sigan su curso y no se determine su inocencia o culpabilidad, este trabajador no podría recuperar su puesto.
Cronología de los hechos
Este suceso en el seno de las instalaciones para migrantes y refugiados de la ciudad viene de lejos. De hecho, según las fuentes del Ministerio consultadas por este periódico, todo se remonta al 5 de octubre, cuando un grupo de 80 sirios entregó un escrito al director del CETI, Carlos Montero, en el que detallaba las prácticas que supuestamente G.R.B. llevó a cabo. Entre ellas, describían cómo intentaba tocar los órganos genitales de varios varones jóvenes, prometiéndoles que podrían agilizar sus trámites de salida.
Una vez recibida esta denuncia por parte de los residentes, el responsable del centro avisó al Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Días más tarde, el 19 de octubre, dos inspectores de la Administración pública acudieron a las instalaciones para investigar los hechos.
En base a las conclusiones que sacaron, decidieron suspender de empleo y sueldo al trabajador. Esta medida se hizo efectiva el 11 de noviembre.
A finales de ese mismo mes, alrededor del día 23, los responsables del Ministerio consideran que una de las faltas por las que se acusa al empleado es “muy grave” y es entonces cuando interviene la Fiscalía, que abre una investigación. El presunto acosador sigue cesado de sus funciones en el centro.
Según las fuentes del ministerio, además, esta persona habría intentado “aprovecharse de su situación” para chantajear a los residentes y coaccionarlos. Asimismo, estas fuentes consideran que la Administración tomó medidas “en poco tiempo”.
El acusado volvió al CETI, pero para recoger pertenencias
Residentes del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) aseguraron ayer a El Faro que algo sabían del caso del supuesto acosador y maltratador. Sin embargo, pocos de los residentes que quedan ahora en el centro coincidieron con él, dado que fue suspendido de empleo y sueldo el pasado 11 de noviembre. De hecho, los migrantes y refugiados que hablaron ayer con este periódico comentaron que lo sabían a través de segundas o terceras personas.
Lo que sí que aseguraron fue que G.R.B. habría regresado al CETI tras ser inhabilitado de sus funciones como trabajador social. Comentan que volvió, pero no a trabajar. De hecho, desde el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, del que depende este centro, aseguraron que su paso por las instalaciones una vez suspendido de su trabajo se debió a que acudió para recoger algunos enseres personales y documentación relativa al caso, un derecho que dicen que no se puede negar a esta persona acusada.
“Fue al CETI, pero para solicitar y entregar documentación relacionada con su expediente sancionador, en defensas de sus intereses, sin que en ningún caso haya realizado actividad laboral alguna”, aseguraron a El Faro desde la Administración central.
Por lo tanto, el Ministerio defiende que el acusado no se ha reincorporado a su puesto.
El trabajador quedó “marcado” hasta que fue inhabilitado
Ante el caso de supuesto acoso sexual y malos tratos que se habrían dado en el Centro de Estancia Temporal a finales del pasado año y por el que un empleado de este centro está ahora suspendido de empleo y sueldo, fuentes del Ministerio de Empleo y Seguridad Social aseguraron ayer a El Faro que dicho trabajador quedó “marcado” entre los residentes cuando el caso fue denunciado por 80 de ellos al director del centro.
Así pues, desde que el responsable del CETI avisara a Madrid el 5 de otubre hasta que, finalmente y tras una inspección de trabajo llevada a cabo por parte de la Administración Pública, el supuesto responsable de estos delitos fuera suspendido de empleo y sueldo el 11 de noviembre, el trabajador estuvo señalado por los residentes por los presuntos hechos.
Finalmente, tras analizar los hechos, el Ministerio decidió inhabilitar al trabajador del Estado por haber cometido un hecho “grave” y la Fiscalía provincial de Melilla abrió una investigación, que sigue su curso, por considerar “muy graves” las acusaciones y las pruebas encontradas contra el empleado.