El coronel, que cumple algo más de un año al frente del Ramix 32, habla sobre sus sensación, lo que supone para él esta unidad y de los nombres más ilustres que han formado para de ella.
–Asumió el mando del Ramix 32 en diciembre de 2014. Poco más de un año después vive un momento tan señalado como los 125 años de existencia del regimiento. ¿Qué sensaciones tiene al respecto? –Para mí supone un enorme orgullo y una gran responsabilidad. Estar al frente del Regimiento cuando se conmemoran 125 años de su historia es una suerte que nunca pude imaginar. Nos ha tocado rendir homenaje a todos los hombres y mujeres que han servido a España en Unidades de Artillería vinculadas a la ciudad de Melilla. Es una abrumadora herencia de sangre, honor y sacrificio que nos exige estar a la altura de nuestros predecesores. Espero que sepamos responder a tan altas expectativas. –¿En qué consistirá la conmemoración del 125 aniversario? –Para este año 2016 hemos programado una serie de eventos para conmemorar este aniversario. El primero de todos es el acto militar que se va a celebrar en la Base Alfonso XIII mañana. Además, para ser celebrados a lo largo del año, estamos trabajando en la programación de conciertos, exposiciones de material, exposiciones de cuadros y fotografías, conferencias de ilustres personajes civiles y militares, lotería nacional y cupones de la ONCE dedicados al aniversario, etc… Todo ello con la idea de seguir dando a conocer nuestra Artillería al pueblo melillense. –¿Qué significa el Ramix 32 para Melilla? –El Ramix 32 es heredero y depositario de todas las Unidades de Artillería que han salvaguardado los intereses de España en este territorio. Los vínculos de la Artillería con esta ciudad se remontan al mismo momento en que Pedro de Estopiñán puso el pie en esta importante plaza, hace 519 años. No obstante, la primera Unidad artillera que se puede considerar ubicada definitivamente en Melilla, bajo dependencia directa del Comandante General, es el 13º Batallón de Artillería de Plaza, creado en 1891, y cuya creación conmemoramos mañana. Como se puede ver, la unión de la Artillería con Melilla goza de una larga tradición. Una unión que, en ocasiones, procuramos refrendar otorgando el título de “artilleros honorarios” a aquellos melillenses que muestran un especial afecto por nuestra Unidad. –De todos los hechos de armas en los que ha participado el regimiento en estos 125 años de historia, ¿cuáles le parecen los más destacados? –Todos tienen su especial importancia. En cuanto a actuaciones individuales destacadas, podríamos citar los hechos ocurridos el 19 de julio de 1909, cuando 6.000 rifeños, por sorpresa, aprovechando la oscuridad rodean, casi por completo, la posición de Sidi Admed Hach y en los que, tras una férrea defensa, encontraron la muerte el comandante Royo y el capitán Guiloche. El sacrificio del teniente Flomesta, que capturado el 1 de junio de 1921, en Monte Abarran, prefirió morir en cautiverio antes que revelar el manejo de sus cañones. La heroicidad del capitán de la Paz Orduña, el 21 de julio de 1921 en Igueriben, que sugirió a sus jefes que bombardearan su propia posición porque ya luchaba cuerpo a cuerpo con el enemigo. El arrojo y la pericia del capitán Planell y del teniente Moyano, en la defensa de Alhucemas (20 de agosto de 1925) que, con importantes heridas de metralla, dirigieron con destreza su defensa. La determinación del capitán Fernández Herce, el 30 de septiembre de 1909 en Beni Bu Ifru, que tenazmente permaneció en la posición para facilitar la retirada de sus tropas. La generosidad del artillero Mas Aznar, el 27 de julio de 1909 en Melilla, que arriesgó su vida para evitar que la explosión de un polvorín provocase un gran catástrofe en la ciudad. En cuanto a actuaciones colectivas, el Regimiento ha sido recompensado con 1 laureada de San Fernando y 4 medallas militares colectivas, lo que hace de esta Unidad una de las más condecoradas de España. –¿Qué nombres destacaría entre los militares que han servido en el regimiento? –Prefiero no destacar a nadie en especial. El trabajo, esfuerzo y sacrificio de todos los hombres y mujeres que han servido y siguen sirviendo en nuestras filas merecen el mismo respeto y admiración. Yo quisiera tener un especial recuerdo a todos aquellos que ya no están entre nosotros y que han colaborado con pasión y entusiasmo a engrandecer la dilatada historia de esta unidad. –Lleva algo más de un año al frente del Ramix 32, pero ya estuvo destinado en el mismo cuando era capitán. ¿Su nombramiento como jefe del regimiento fue un sueño hecho realidad? –Por supuesto, volver de coronel a mandar el Regimiento en el que has estado destinado como capitán es de las cosas más grandes que te pueden pasar. Además, este Regimiento no fue para mí un destino más. En esta unidad aprendí realmente a sentir el orgullo de ser artillero y, durante mis siete años de estancia, vi nacer a dos de mis tres hijos. Dos melillenses que se sienten muy orgullosos de serlo. –¿Cómo se adiestra el Ramix 32? ¿Cada cuánto tiempo efectúa maniobras? –El Regimiento se adiestra continuamente. Nuestro programa de instrucción y adiestramiento es tremendamente exigente, incluyendo todo tipo de actividades para todos los días del año. Actividades que son realizadas tanto en Melilla como en la península, ya sea en los campos de maniobras y tiro o en los simuladores que disponemos. Procuramos que cada uno de los Grupos de Artillería realicen maniobras en la península, al menos, dos veces al año. –¿Ha participado usted en misiones internacionales? ¿En cuáles? –Sí, he participado en misiones internacionales y en algunos ejercicios multinacionales. Siempre suponen una experiencia muy enriquecedora. En cuanto a misiones, estuve en Kosovo en el año 2000 y en Líbano, cuando se inició aquella misión en el año 2006. El ejercicio multinacional más completo e impactante en el que he participado fue en Cabo Verde, también en el año 2006. Fue una experiencia inolvidable. –¿Qué valoración hace del tiempo que lleva al mando del regimiento? –El tiempo pasa más deprisa de lo que yo quisiera. Ha transcurrido más de un año desde que tomé el mando de este Regimiento y parece que fue ayer. Yo estoy encantado con esta Unidad. El personal que lo compone es extraordinario. Su dedicación, esfuerzo, unión y compañerismo hacen de este Regimiento una Unidad cohesionada y altamente instruida. Espero en estos dos años llegar a contribuir de alguna forma a mejorar o, al menos, a mantener el elevado nivel que presenta.