Las réplicas de terremoto del Mar de Alborán que se han percibido en las últimas horas en Melilla con cierta intensidad han perjudicado la situación de los edificios dañados por el seísmo de 6.3 grados del pasado lunes.
Así lo aseguró el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, que explicó ayer que el hecho de que haya réplicas perceptibles “siempre es malo” para los inmuebles que quedaron dañados. Éste es el caso del Palacio de la Asamblea, la Cámara regional y buena parte de la Administración pública.
En este sentido, Imbroda recordó que el torreón sur de este edificio emblemático del patrimonio modernista melillense quedó muy dañado y “se puede caer de un momento a otro”. “Mayor será el riesgo si (el movimiento) le ayuda a desplazarse más”, apuntó.
El presidente informó de que será derribado dentro de los próximos diez días, ya que los servicios técnicos están evaluando de qué forma hacerlo para no dañar la parte inferior del edificio.
Además, avanzó que se hará un escáner del torreón de este edificio “para que se construya exactamente igual que estaba”, tal y como lo proyectó en 1948 el arquitecto Enrique Nieto, discípulo de Antonio Gaudí.
Asimismo, Imbroda informó de que el ala sur del edificio consistorial está en mejor estado que el ala norte, de modo que se ha acordado habilitar su parte baja para que algunos servicios de la Administración pública melillense pueda incorporarse a trabajar.
Por último, el presidente destacó que pese a las réplicas que se están registrando, los equipos multidisciplinares de técnicos y bomberos encargados de la inspección y el saneamiento de fachadas afectadas “siguen trabajando estoicamente y con una voluntad enorme, subiéndose donde haya que subirse y sin amedrentarse”.