Serían necesarias al menos cinco empleadas públicas para mejorar sus condiciones de trabajo
CCOO reclama a la Administración central que incremente el número de funcionarias en el módulo de mujeres del Centro Penitenciario de la ciudad. Actualmente hay once trabajadoras y sus condiciones laborales mejorarían si hubiera 16, el mismo número que hace unos años.
El sindicato explica que con la Ley de Igualdad de 2011 cualquier funcionario, da igual si es hombre o mujer, puede intervenir en los diferentes módulos de una cárcel. Sin embargo, a efectos prácticos, señala CCOO, los presos prefieren ser atendidos por personas de su mismo sexo porque sienten que se invade menos su intimidad. De hecho, se intenta desde las direcciones de las prisiones que haya funcionarias en las zonas donde están las mujeres, y funcionarios donde hay hombres.
Aplicar la Ley de Igualdad
Con esta ley, los trabajadores de los centros penitenciarios pueden solicitar sus traslados a otras instituciones sin importar si son hombres y mujeres y eso ha motivado que Melilla carezca de funcionarias y en cambio, en cárceles de Sevilla se necesiten hombres para los módulos de los varones, añade.
El problema de no contar con suficientes empleadas públicas es que cuando una de ellas tiene una baja o coge vacaciones, el resto tiene que ajustar sus descansos e incluso tienen que interrumpirlos para cubrir los huecos. Esto provoca que la conciliación de la vida familia y laboral no sea fácil para estas trabajadoras. Además, CCOO subraya que la labor en prisiones conlleva mucha tensión y presión y por ello, es necesario tener unos periodos de descanso.
“No nos podemos quejar”
Por otro lado, el sindicato asegura que la situación del Centro Penitenciario de Melilla es regular. “No nos podemos quejar”, asegura sobre la labor de la dirección actual de la prisión.
En cuanto al número de internos, afirma que el centro está “a tope”, pero no “masificado”. Hay dos personas por celda y, en total, viven unas 250 en esta institución. Se trata de un número bajo si se compara con años anteriores en los que ha llegado a acoger a 500.
Las privatizaciones
Pero aunque en Melilla las cosas vayan bien, eso no quiere decir que CCOO esté satisfecho. Quiere mejoras para el centro penitenciario de la ciudad y los del resto de España y por ello, denuncia la privatización de determinados servicios sin sentido.
En concreto, el sindicato hace referencia a la contratación de una empresa, a nivel estatal, para vigilar la entrada de los centros penitenciarios. Afirma que es un doble gasto para la Administración.
Esta labor se realizaba antes por la Policía Nacional o la Guardia Civil y ahora hay un grupo de vigilantes de seguridad en la puerta. Sin embargo, cuando llegan personas para las que se ha declarado prisión, la documentación debe ser recogida por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y hay que llamar a policías o guardias civiles para que hagan este trabajo.
CCOO subraya que si antes había seis policías en la cárcel, ahora hay cinco vigilantes de seguridad y hacen falta al menos dos policías para realizar esas gestiones especiales en el centro.
Por otro lado, el sindicato se queja de que en estos últimos cuatro años ha habido poca oferta pública para los funcionarios, pues se pasó de convocar 1.000 plazas en 2007 a 30 en el 2015. Resalta que es necesario reforzar las plantillas de muchos centros porque no se han cubierto un gran número de puestos de trabajo.
Sin instalaciones adecuadas para los que están en tercer grado
CCOO exige que se mejoren las instalaciones que hay reservadas para los internos que tienen un tercer grado. Explica que no tienen un patio donde pasar el día ni un módulo con las características adecuadas para su situación.
El sindicato señala que estas personas se dedican a estar en la entrada del Centro Penitenciario, donde pasean entre los coches. Sin embargo, no pueden estar ahí porque es una zona de seguridad. Así que no les queda mucho más que sentarse al sol en la puerta de la cárcel a esperar que pasen las horas, ya que no todos tienen un trabajo o familia que les ayude.
La infraestructura del módulo de tercer grado no está adaptada a las necesidades de este colectivo, asevera CCOO, que pide que se reformen estas instalaciones para cumplir con los requisitos que debe tener esta estancia para los presos.
Además, añade que se ha quedado pequeño dicho módulo porque está pensado para unas cinco personas y hay unas 20.