Los comercios de Melilla vivieron ayer una jornada frenética de ventas. La importación del marketing americano ha dado sus frutos y el ‘Black Friday’ dio vida a los números rojos de muchas tiendas.
Los melillenses se lanzaron a la calle para adelantar las compras navideñas, darse un capricho, cazar gangas e, incluso, para renovar el armario: textil y zapatería coparon las transacciones.
A los descuentos del ‘Black Friday’ se sumó, además, el Melilla Mobile Zone, que ayer batió todos sus récords de descargas en la página web de Promesa.
La avalancha de compradores demostró que, aunque ha dejado muchas víctimas a su paso, la crisis empieza a amainar.
Ayer al mediodía, las calles de la ciudad eran un hervidero de gente, como en los viejos tiempos en los que el sonido más escuchado en los comercios era el de los datáfonos pasando tarjetas de crédito.
El espíritu navideño empieza a invadirlo todo y el ‘Black Friday’ de ayer no ha sido sino el pistoletazo de salida a una campaña que promete ser buena para el comercio y la restauración.
Mientras en las tiendas de la ciudad había colas para pagar, en el Parque Hernández los Tedax de la Policía Nacional fueron activados sobre las cuatro y media de la tarde ante el hallazgo de una maleta sospechosa.
Tras cumplir con el protocolo de seguridad establecido para estos casos, los agentes comprobaron que probablemente se le había olvidado a alguien en el parque y que se trataba de una falsa alarma.
Una parte de la ciudad seguía entregada ayer a la compra en los comercios mientras la Melilla solidaria recogía alimentos para los más necesitados en La Hípica y en los supermercados.
Por la noche, la Asociación Contra el Cáncer de Melilla celebró su tradicional cena solidaria con 319 invitados y premios para la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Comarcal y para el arquitecto Carlos Reguero.
Lo único que ensombreció el día de ayer fue la concentración de políticos, familiares y amigos de los padres de Emin y Pisly, que siguen sin saber qué ocurrió hace 25 meses en Punta Negri y por qué la Marina Real Marroquí asesinó a los dos jóvenes melillenses.